NBA

    Christian Wood, de las amargas lágrimas a las mieles del éxito

    Pese a no ser elegido en el Draft 2015 y que las puertas se cerraban, aprovechó su gran oportunidad.


    Por:
    TUDN

    Christian Wood, una historia de perseverancia y no rendirse aunque las lágrimas amargas broten.

    Imagen Getty Images
    Christian Wood, una historia de perseverancia y no rendirse aunque las lágrimas amargas broten.

    La carrera de Christian Wood iba a la deriva luego de haber sido cortado por primera vez por los Philadelphia 76ers, luego fue dejado en libertad por los Milwaukee Bucks, pero no fueron los únicos, pues los New Orleans Pelicans también lo hicieron a un lado y las opciones se iban ya diluyendo.

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    Cuando los Detroit Pistons lo llamaron al campo de entrenamiento, ya era el quinto equipo para el que Wood se había uniformado en cuatro años y aunque llegó con un contrato parcialmente garantizado, pelearía por la última plaza con el veterano de 38 años Joe Johnson quien había mostrado talento en la liga BIG 3 y buscando alargar su carrera en la NBA.

    Para Wood era quizás la última oportunidad de demostrar que estaba a la altura de pertenecer en la NBA y de no conseguirla, quién sabe cuándo hubiese llegado otra ventana para probarlo. Cabe recordar que en la liga solo caben 450 jugadores y el egresado de UNLV se enteró del peor modo posible: no fue elegido en el Draft de 2015.


    Otrora un prospecto interesante para la NBA, sus bonos fueron bajando al llegar a las rutinas previas al Draft fuera de forma, con cerca de 15 por ciento de grasa corporal y con dudas de si podría darle a un equipo lo que este le pidiera. Tuvo que tragar amargo jarabe a lo largo de 60 selecciones sin oír su nombre. La imagen de un joven llorando en una silla, vistiendo un traje, se volvió viral. Era Wood.
    A pesar de que se sabía que Wood tenía las herramientas para ser un jugador de NBA, con una considerable envergadura (2,15 metros), atlético, buena técnica de tiro, solo con algunos detalles por pulir aunque la liga no suele ser lo suficientemente paciente para trabajar estos detalles.

    Pero 2019-20 ha sido la temporada en la que todas las cosas han embonado para Wood, quien primero se deshizo de Joe Johnson para ganarle el último lugar en el roster y en este momento es quizás el mejor jugador que tenga Detroit en sus filas y una pieza con la cual construir a su alrededor, una que llena de esperanza a la franquicia. Este verano se convierte en agente libre irrestricto, lo cual significa que ya sean los Pistons u otro equipo, Wood va a ganarse un gran cheque.

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    Detroit Pistons forward Christian Wood, right, dunks against Sacramento Kings' Kent Bazemore, left, and Nemanja Bjelica, center, during the first half of an NBA basketball game in Sacramento, Calif., Sunday, March 1, 2020. (AP Photo/Rich Pedroncelli)

    Imagen Rich Pedroncelli/AP
    Detroit Pistons forward Christian Wood, right, dunks against Sacramento Kings' Kent Bazemore, left, and Nemanja Bjelica, center, during the first half of an NBA basketball game in Sacramento, Calif., Sunday, March 1, 2020. (AP Photo/Rich Pedroncelli)

    Cuando Detroit dejó en libertad a Andre Drummond en el límite de canjes, Wood ha estado en plan grande para Detroit, promediando 22 puntos, 10.2 rebotes y un 54 por ciento de efectividad en tiros de campo y 37.3 por ciento en triples. Ante Oklahoma City registró el máximo total en su carrera con 29 puntos, cifra que rompió al siguiente cotejo al anotarle 30 a Utah.

    Wood hace todo lo que un jugador de su tamaño debe hacer en la cancha, poner pantallas, perseguir rebotes ofensivos y generar puntos en esas segundas oportunidades, pero también, adaptado a nuestra era, es capaz de jalar del gatillo desde larga distancia y tener éxito regularmente, espaciando la cancha para unos Pistons que quizás hicieron lo correcto en darle la oportunidad que desde hacía cinco años buscaba luego de ese llanto amargo tras haber sido desdeñado.

    Ahora, a diferencia de las pasadas ocasiones, todo está en sus manos, Christian Wood decide cuán lejos puede o quiere llegar, las puertas de la NBA ya se le abrieron de par en par y el cielo es el límite.


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