El clamor popular dice que " Michael Jordan ganó seis títulos", que "Michael Jordan nunca perdió una Final de la NBA", que "Michael Jordan hacía mejores a sus compañeros", que "Michael Jordan jugó en la mejor época de la NBA", pero ¿qué tan cierto puede ser todo esto? y sobre todo ¿cuán consciente es el aficionado promedio de los mitos o teorías que defiende?
Jordan no estaba solo, tenía compañeros que marcaban diferencia
Al referirse a los Chicago Bulls de los 90 muchas veces se omite al equipo en su conjunto.
Los Chicago Bulls de la década de 1990 sin lugar a dudas marcaron una época y fueron el mejor equipo de su era en la NBA, al arrasar con seis títulos, más que ningún otro equipo en ese lapso, pero aquí se desmonta uno de los mitos que perduran, llámese como se llame el equipo o su gran figura: en el basquetbol se gana colectivamente, no de forma individual.
Es verdad que Jordan fue pieza fundamental para que los Bulls ganaran seis trofeos Larry O'Brien, pero a lo largo de su carrera compartió con grandes jugadores que ayudaron a conseguir la meta colectiva y muchas de las veces no son mecionados con su justa dimensión, ya que no obtienen la parte del crédito que merecen al no repartirse equitativamente.
No, no se trata de restarle méritos a MJ, sino de reconocer a aquellos que también jugaron un rol en camino a que se forjara una leyenda colectiva que son los Bulls de los 90, y una individual que es la del propio Jordan. Una buena manera de medirla es por el tipo de compañeros que tuvo, y más en específico, aquellos que trascendieron más allá, es decir, que alcanzaron el Salón de la Fama.
La lista de grandes jugadores con etiqueta de inmortales al lado de MJ la integran Scottie Pippen, Dennis Rodman, Robert Parish y Toni Kukoc. Podría parecer corta, pero no lo es, si tomamos en cuenta el total de jugadores que acabaron en el Salón de la Fama de los equipos a los que se enfrentó no es tan extenso, entonces se valorará más a los 'cómplices' de Jordan.
Para poner en perspectiva, este gran grupo de jugadores, sumando las seis coronas de Michael Jordan, acumula un total de 24 títulos: Pippen seis, Rodman cinco, Parish cuatro, y Kucoc otros tres.
Magic Johnson, James Worthy, Vlade Divac, Clyde Drexler, Charles Barkley, Gary Payton, John Stockton y Karl Malone son los jugadores que alcanzaron el estatus de inmortales y que se convirtieron en rivales de los Bulls de la década de 1990 en las NBA Finals. Otro dato atronador es que esta lista de jugadores suma apenas 10 títulos, porque varios de ellos no ganaron un solo campeonato en sus carreras.
En las Finales de 1991, ante los alicaídos LA Lakers, Pippen fue el segundo mejor anotador (20.8) y el mejor en rebotes (9.4) por partido; en 1992, ante Portland, Pippen repitió como segundo canastero (20.8), pero siguió siendo el mejor reboteador (8.3) y emergió como el mejor pasador (7.7); en 1993, contra Phoenix, Pippen volvió, con 21.2 puntos por partido, a secundar a MJ en la ofensiva, pero se mantuvo como el mejor de los Bulls en los tableros (9.2) y además en asistencias (7.7).
Luego de los dos años de retiro de Jordan, en los tres campeonatos subsecuentes, en 1996 ante Seattle, Pippen siguió siendo segundo de Chicago en puntos (15.7), pero de nuevo líder asistencias (5.3) en esas Finales, aunque Dennis Rodman emergió como líder en rebotes (14.7); al año siguiente, en el primer duelo ante Utah, Pippen (20.0) se mantuvo como la segunda fuerza de ataque y fue el mejor en tableros (8.3); y en el segundo enfrentamiento ante el Jazz en 1998, fue Scottie Pippen quien respaldó la ofensiva como la segunda mejor opción (15.7) y el mejor en asistencias (4.8), pero Rodman se destacó en los tableros (8.3).
Es verdad que Jordan lideró a los Bulls ofensivamente en cada una de esas seis Finales NBA que disputaron en la década de los 90, y que los partidos se ganan con puntos, pero sería una visión muy simplista de las cosas verlo unidimensionalmente, porque se necesita de los otros factores que inciden en un resultado.
Esto va desde lo que se puede cuantificar, como rebotes, asistencias, robos y tapones, hasta las cosas que no van al boxscore como que un jugador corra un sprint de lado a lado para apoyar un ataque o volver a defender, o cuando alguien se lanza a la duela por un balón, o sofocar defensivamente al mejor jugador del equipo opuesto, y ese era precisamente el trabajo que hizo el elenco que respladó a MJ para que su leyenda se erigiera.