Hace poco más de 2 meses, justo cuando la NBA se debatía entre volver o no a las duelas, el comisionado de la NBA, Adam Silver, y la directora ejecutiva de la NBPA, Michelle Roberts, reconocieron que lidiar con el racismo y fomentar cambios sociales eran y serían metas compartidas en la reanudación de la temporada 2020.
Silver: priorizaremos cambio social en el reinicio de la NBA
Una de las metas principales de la liga y el sindicato de jugadores es combatir el racismo sistémico.
La liga y el sindicato de jugadores anunciaron “acciones en colectivo para combatir el racismo sistémico y promover la justicia racial” previo a retomar la campaña en el complejo de Disney cerca de Orlando, Florida.
Hoy esas acciones se vieron reflejadas en la determinación de los Milwakee Bucks de no jugar el quinto partido de la serie ante el Orlando Magic, tras los 7 disparos que recibió Jacob Blake por parte de la policía y que le ha dado la vuelta al mundo por la brutalidad con la que lo hicieron.
La decisión la siguieron el resto de equipos que veían acción este mismo día como Los Angeles Lakers, Oklahoma Thunder, Houston Rockets y Trail Blazers Portland. A esa decisión llegaron las manifestaciones en redes sociales.
Adam Silver y Michelle Roberts encabezaron diversas reuniones que incluyeron a directivos de la liga y jugadores para analizar las iniciativas.
Dichas decsiones incluyeron cómo asegurar una mejor inclusión de negocios operados y de propiedad de la comunidad afroestadounidense en la liga y crear una fundación de la NBA “para expandir la educación y oportunidades de desarrollo económico” en la comunidad de raza negra.
“El problema del racismo sistémico y la brutalidad policial en el país tiene que llegar a su fin”, dijo el presidente del sindicato Chris Paul, base del Oklahoma City Thunder, hace algunas semanas.
Agregó que “hay mucho trabajo por delante tanto en Orlando y a largo plazo para seguir con el impulso y crear un cambio real, un cambio duradero en la sociedad”.