Apenas tenía unos minutos en la ciudad del jazz y Zion Williamson ya tenía motivos para bailar. Elegido con la selección número 1 global del Draft de la NBA por los New Orleans Pelicans, el jugador de basquetbol se encontró con una sorpresa al llegar a Nueva Orleans.
Zion Williamson recibió un regalo muy especial de parte de Drew Brees
El quarterback estelar de los Saints le envió un mensaje a la nueva estrella de los Pelicans de la NBA a su llegada a la ciudad de Nueva Orleans.
Cuando Williamson entró a la habitación de su hotel en The Big Easy, un regalo muy especial lo esperaba en la recamara, pues Drew Brees, el quarterback de los New Orleans Saints le envió un jersey autografiado a manera de regalo, que contenía un mensaje dedicado a Zion.
“Zion, bienvenido a la familia… ¡Vamos a bailar!”, escribió Brees en una breve pero emotiva carta que leyó Williamson visiblemente emocionado tras soltar un “¡Oh, Dios mío!” al ver el regalo.
“Te digo amigo, voy a hacer esto algo global, tan simple como pongámonos a bailar, hombre. Esto es hermoso, mi primer jersey de un atleta profesional. Drew Brees”, continuó al momento de sacar su teléfono celular para tomarle una fotografía a la camiseta enmarcada.
“Gracias Drew Brees por este increíble regalo, ¡Dios mío! mi primer jersey. Voy a coleccionar muchos de estos, no sé cuantos pero lo voy a hacer”, comentó Zion todavía entusiasmado.
El ala pívot recién llegado a la NBA, tiene una estatura de 2.01 metros (seis pies y siete pulgadas) y 129 kilos (285 libras) de peso, fue todo un fenómeno en el colegial dada la fuerza de la naturaleza que fue en su única temporada en la Universidad Duke.
Promedió 22,6 puntos para los Blue Devils y fue elegido al Equipo Defensivo de la Conferencia de la Costa Atlántico (ACC). También promedió 8,9 rebotes, 2,12 robos y 1,8 tiros bloqueados.
Zion Williamson es la nueva cara de Nueva Orleans al firmar con los Pelicans y Brees está consciente, por eso desde ahora le pasó la estafeta en una ciudad acostumbrada a la fiesta, los festejos y con hambre de celebrar triunfos tanto en la NFL como en la NBA.