Por Angélica Gallón S.
Algo tiene molesta a Beyoncé
Su alusión a las Panteras Negras en el Super Bowl y las letras de 'Formation' hablan de algo más.
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Beyoncé y su séquito de bailarinas vestidas de negro aparecieron en el campo de juego del Super Bowl meneando las caderas con rudeza, con unos afros alborotados como nunca y una emblemática boina negra.
Ella, sin timidez, eligió una especie cadena de balas de metralleta a manera de accesorio, algo que le diera el brillo necesario al atuendo de toda una reina, de Queen B. Sus vestidos estaban hablando de algo más que de ser sexys, aunque nadie pudiera quitar la mirada de sus torneados muslos.

La escena de esas leonas negras que bailaban, o más valdría decir, panteras, parecía mucho menos ingenua que la que estaba planteando Chris Martins, el cantante de la banda Coldplay, con su camiseta blanca, sus flores, sus colores hindi y su tímido baile.
En realidad, la sexy cantante estaba dejando en el ambiente, en pleno Super Bowl, -el evento más visto en Estados Unidos- un sentimiento muy distinto al que nos tiene habituados con su tradicional “All the single ladies”.

Su elección de vestuario parecía ser una referencia explícita a la reivindicación del afro y el uso de la boina propios del movimiento de las Panteras Negras en los años 60 en Estados Unidos que luchó contra la segregación racial y la discriminación, y estaba, sin duda, muy alineada con las ideas de denuncia, inconformidad, cuando no rabia que, hacía solo un día, nos había dejado claro con el intempestivo lanzamiento de su disco “Formation”.

La escena central de su nuevo trabajo, lanzado al público solo un día antes de su gran show en el campo de fútbol americano, es ella vestida en un pulcro traje al estilo sesentero de Gucci sobre un carro de policía que se hunde como si fueran las tristes imágenes de New Orleans entre las aguas.
Luego, sus líricas dejan claro la intención de las imágenes que parecen recordar la época de la esclavitud, mientras son mezcladas con imágenes de los territorios devastados por Katrina y de los guetos actuales de los afroamericanos. Incluso se le oye cantar “My daddy Alabama, Momma Lousiana”, recordando sus propias raíces.
Tanto en su show en el Super Bowl, como en su video “Formation”, Queen B parece estar dejando de manifiesto que algo la tiene molesta, que los asuntos de su raza le importan y que está dispuesta a usar la fuerza y el poder de su pop para ponerlo de manifiesto.
Esta causa, abrazada con más ahínco por el hip hop, parece estarse colando en la escena más mainstream y, ya que Will Smith tuvo la valentía de levantar la voz ante la Academia de los Oscar para reclamar más igualdad, por qué la poderosa Beyoncé, asistida siempre por su marido Jay Z, no lo va a hacer en el mismo Super Bowl.

Quizás solo sea cuestión de esperar unos meses para ver cómo esos elementos emblemáticos del estilo negro de los años 60 se empieza a apoderar de la moda y las pasarelas más elegantes. Ahí tendremos que recordar que fue una revolución emprendida por Beyoncé.