Para los que empezamos a seguir la NFL a principios de los 70's tuvimos muchas opciones interesantes para convertirte en seguidor de algún equipo : Los Vaqueros de Dallas y la gran personalidad de Roger Staubach, los perfectos Delfines de Miami del 72 con Larry Czonka y Mercury Morris guiando el camino terrestre, la dinastía de los Acereros de Pittsburgh y su cortina defensiva encabezada por 'el Conde' Jack Lambert, los siempre contendientes aunque sin triunfo en el Super Bowl Vikingos de Minnesota y Fran Tarkenton, los Carneros de Los Ángeles de los Younglood siempre dominando su división pero sin poder ir más adelante, los Potros de Baltimore de un joven Bert Jones que llegó a ocupar el sitio de una leyenda como Johnny Unitas y así podríamos seguir con varios equipos más que tuvieron una buena etapa en la década mencionada.
En lo personal me volví fanático de los Raiders de Oakland en gran parte por la 'Víbora de Cascabel' Ken Stabler, un quarterback zurdo surgido de la Universidad de Alabama y que apenas le había ganado la titularidad a Darryle Lamonica para convertirse en el gran líder de los 'Malosos'.
No precisamente con la mejor disciplina, pero siempre listo para los partidos importantes, Stabler tuvo algunos partidos memorables: Aquella batalla increible contra Miami que terminó con el pase de touchdown a Clarence Davis con cuatro defensivos de los Delfines encima, la famosa jugada contra San Diego en la que fueron prácticamente rodando el balón (al final lo hizo Dave Casper) para anotar, la 'inmaculada recepción' de Franco Harris, uno de los más duros golpes en la carrera de Stabler en una rivalidad que siguió creciendo contra Pittsburgh y por supuesto su gran momento, el Super Bowl XI en Pasadena cuando llegó a la cima de la NFL venciendo a los Vikingos 32-14 con 180 yardas aéreas y un touchdown. Fue designado MVP en 1974 y como bien comentó John Madden, su coach en los momentos gloriosos de los Raiders en los 70s, la 'Víbora' fue el quarterback perfecto y un Raider perfecto.
Personajes como Stabler, a pesar de no tener una buena relación con la prensa y con las autoridades, fueron quienes hicieron crecer la liga hasta lo que conocemos actualmente y a pesar de que ya han pasado más de tres décadas de su retiro (el final de su carrera no tuvo mucho éxito ni en Houston, a donde llegó por Dan Pastorini, ni en Nueva Orleans) y que le han negado el ingreso al Salón de la Fama de Canton, todavía su nombre provoca respeto y admiración entre miles de seguidores que disfrutamos de su serenidad en los momentos de máxima presión.
Descanse en paz Maestro Stabler...
