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    Dan Fridman: El gato que tiene que usar su séptima vida

    Dan Fridman: El gato que tiene que usar su séptima vida


    Por:
    TUDN


    Imagen (AP-NFL)

    Por: Dan Fridman Stalnicovitz

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    Amigos de NFL.com/Español, muchos de ustedes saben que un dicho popular es que los gatos tienen siete vidas, aludiendo a su suerte de no morir, pero hasta cuando tienes siete vidas, y aunque seas un felino, si la suerte no te acompaña, en algún momento, esas siete vidas se acaban.

    Como seguramente muchos de mi pocos pero muy inteligentes lectores ya descifraron, la metáfora de esta semana va dedicada a un equipo felino de la NFL en playoff que no son los Carolina Panthers, entonces por deducción al estilo Sherlock Holmes, se trata de los Cincinnati Bengals.

    En alguna ocasión ya les había yo hablado, pero con referencia a Carson Palmer y no tanto a los Bengals de la primera de esas siete vidas que dejó ir Cincinnati, pero realmente en esa temporada 2005 fue cuando empezó la mala suerte del equipo de Marvin Lewis, ya que antes de ello, desde 1990 habían pasado 15 temporadas sin playoff para este cuadro del casco de rayas naranjas y cafés.

    En esa ocasión, en la Ronda de Comodines su victimario es su mismo rival de esta instancia una década después, los Pittsburgh Steelers, los mandones del Norte, los grandes ganadores de más Super Bowls que nadie y los iniciadores de una maldición que hoy en día sigue.

    El 6 de enero de 1991 es una fecha clave para los Cincinnati Bengals. Fue la última vez que ganaron un partido de playoffs. Ya pasaron 24 años de sequía. En aquella ocasión vencieron 41-14 a los desaparecidos Houston Oilers, partido jugado en el también desaparecido Estadio Riverfront.
    A la semana siguiente perderían 20 – 10 con Los Angeles Raiders en el viejo Estadio Memorial Coliseum, partido de Playoff Divisional, primera derrota en postemporada para los Bengals en esta triste historia.
    Pasaron 15 temporadas para que regresaran a un partido de Playoffs, en este caso Ronda de Comodines contra los Pittsburgh Steelers. Los Bengals llegaron como campeones divisionales con Carson Palmer de quarterback titular. Pero tuvo que dejar el partido luego de la lesión que le produjo el tackle Kimo von Oelhoffen. Pittsburgh ganó 31-17 y terminó de campeón en el Super Bowl XL. Marvin Lewis ya era el coach de los Bengals.
    Cuatro temporadas después, otra vez Ronda de Comodines de la Temporada 2009. De nuevo los Bengals llegan como campeones divisionales y son locales en el Estadio Paul Brown. Pero esta vez se topan con los New York Jets de Rex Ryan (su primer año de coach en jefe) con Mark Sánchez de quarterback. Los Jets se imponen 24 – 14.
    En la Temporada 2011 inicia la racha actual de 4 fracasos consecutivos en Ronda de Comodines, todo bajo el mando de Marvin Lewis con Andy Dalton de quarterback. Esta vez los Bengals avanzan de comodines con marca de 9-7, terceros en su División, y se enfrentan a los Houston Texans en el Reliant Stadium. Primer partido de playoffs para los Texans en su historia y se imponen 31 – 10.
    Temporada 2012, Los Bengals terminan con marca de 10-6, empatados con los Baltimore Ravens que terminan como campeones divisionales. Cincinnati tiene que viajar otra vez a Houston para enfrentar a los Texans, otra vez en el Reliant Stadium donde, otra vez perdieron, 19 – 13, cuarto fracaso en partido de playoffs para Marvin Lewis.
    Un año después, campaña 2013, los Bengals ganan la División con marca de 11 – 5, pero tienen que jugar Ronda de Comodines. Reciben a los San Diego Chargers que fueron uno de los 3 equipos de la División Oeste que avanzaron a la postemporada. Pero el resultado no cambió, pierden 27 – 10, sexto fracaso consecutivo en postemporada.
    Finalmente en 2014 los Bengals avanzan con marca de 10 – 5 de comodines por lo que tienen que visitar a los Indianapolis Colts. Derrota 26 – 10, la séptima para Cincinnati en playoffs desde 1991; sexta para el coach Marvin Lewis quien está 0 – 6 en playoffs; cuarta consecutiva para Andy Dalton como quarterback abridor de los Bengals.

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    Imagen (AP-NFL)
    El 6 de enero de 1991 es una fecha clave para los Cincinnati Bengals. Fue la última vez que ganaron un partido de playoffs. Ya pasaron 24 años de sequía. En aquella ocasión vencieron 41-14 a los desaparecidos Houston Oilers, partido jugado en el también desaparecido Estadio Riverfront.

    Yo no creo en fantasmas, ni en espíritus, mucho menos en fuerzas malignas, pero sí creo en la mentalidad, y creo que esa mentalidad de franquicia que no puede dar el siguiente paso pesa como una loza a los Bengals y cuando ven los colores blanco, negro y dorado en frente en partido definitorio, normalmente las circunstancias, casi todas ellas, son en su contra.

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    Para muestra otro botón, dice otro dicho popular, en la semana 14 de esta campaña, ante Pittsburgh en casa, cuando todo parecía viento en popa a favor de los Bengals, intentando una tackleada en una intercepción propia en el primer cuarto, el estelar quarterback titular de Cincinnati, Andy Dalton, se rompió el pulgar de su mando derecha, justo con la que lanza, y parece que esa acción ante Pittsburgh, no solo ayudó a los Steelers aquel 13 (número relacionado para unos con la buena y otros con la mala suerte) de diciembre, los ayuda en esta semana ya que todo parece indicar que no jugará Dalton contra ellos en playoffs.

    Pero la mala suerte no es eterna, Marvin Lewis tiene seis derrotas consecutivas en playoffs con los gatos, perdón los Bengals, pero está es su séptima vida, el siete de la buena suerte y su quarterback será el debutante en postemporada A.J. McCarron.

    Una de las primeras declaraciones de McCarron desde que tomó el puesto de titular fue que él, al igual que Tom Brady, había tenido su oportunidad por una lesión y que, al igual que Brady espera hacer una historia de esa magnitud.

    Hay que recordar que Tom Bardy entró tras una lesión en el transcurso de la temporada 2001 del estelar Drew Bledsoe y que entró para una franquicia que no había ganado un solo Super Bowl y que parecía destinada al fracaso y a la mala suerte histórica.

    Como se dice elegantemente en el caso de ‘Tom Terrific’ el resto es historia y si McCarron quiere ser el nuevo Tom Brady bien tiene la oportunidad de escribir, como diría mi colega Jorge Pinzón, su historia dorada, a partir de la Ronda de Comodines rumbo al Super Bowl 50.

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    Parece poco probable, como poco probable parecía lo de Brady en 2001, pero recuerden, no todos los gatos son de la mala suerte, solo los gatos negros y McCarron tiene la oportunidad hoy mismo de cambiar la historia.

    ¿Podrá?

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