15 estrellas de la NFL que están quedando a deber en 2017

Se han jugado cuatro de los 16 partidos de la actual campaña y estos súperatletas no han podido responder al nivel que se esperaba de ellos antes de la temporada. Grandes figuras de sus equipos con un presente que preocupa a más de uno.

LeSEAN McCOY (Buffalo Bills) Su calidad en el backfield sigue intacta pero se esperaba que McCoy tuviera su consagración en su tercera temporada con Buffalo. LeSean ha visto disminuir su promedio de yardas por juego (54) y acarreo (3.2) con sus 216 yardas y no ha conseguido un solo touchdown.

ADRIAN PETERSON (New Orleans Saints) El legendario ex Vikings cambió de franquicia para jugar con un equipo contendiente, pero no le ha ido nada bien en Nueva Orleans. La ofensiva de los Saints es netamente aérea y eso le ha afectado a AP con escasas oportunidades. Apenas suma 81 yardas en 27 acarreos para un bajo promedio de 3.0 y sin TD.

EZEKIEL ELLIOTT (Dallas Cowboys) Que el campeón corredor de 2016 tenga apenas 277 yardas (9°) y 2 TD es muy pobre si comparamos sus cifras finales (1631 yardas y 15 TDs). Aunque tuvo un buen debut contra los Giants y anotó dos veces ante Rams, tuvo una pésima actuación en Denver y no se le ve la fortaleza del año pasado.

ROB GRONKOWSKI (New England Patriots) Es cierto, la campaña para Gronk no ha sido tan mala hasta ahora, pero al ser reconocido como el mejor tight end de la NFL y uno de los tipos más peligrosos de la liga, sus números han sido irregulares. Lleva 318 yardas (4°) y 2 TDs (6°) pero ha desaparecido en dos contiendas de los Pats.

JIMMY GRAHAM (Seattle Seahawks) Luego de su gran cierre la temporada pasada, parecía que Graham sería el segundo receptor más confiable para Russell Wilson después de Doug Baldwin, pero el TE no ha podido ser constante. 15 atrapadas para solo 142 yardas sin TD, además de actuaciones muy discretas en tres de los cuatro juegos.

JORDAN REED (Washington Redskins) Las lesiones lo siguen alejando del terreno de juego, pues ya se perdió un partido en la campaña. Solamente ha recibido 14 pases para 105 yardas sin touchdown, una producción muy pobre para el llamado mejor receptor de Washington y considerado elite entre los alas cerradas.

MATT RYAN (Atlanta Falcons) Después de ser el MVP de la temporada pasada, este año Ryan ha mostrado una considerable baja de juego en el arranque de la campaña. Aunque los Falcons marchan 3-1 en la cima de la NFC Sur, su QB ha estado errático con un rating de 87.5 producto de su proporción de 5 TD y 5 INT.

BEN ROETHLISBERGER (Pittsburgh Steelers) El propio Big Ben ha reconocido que necesita levanter su nivel para que Pittsburgh sea más regular. Al igual que Ryan, el ‘7’ lleva a los Steelers 3-1 pero solo ha completado el 62.1% de sus pases, no ha superado las mil yardas en 4 juegos y ha regalado 2 INT por 6 TDs.

CAM NEWTON (Carolina Panthers) Salvo su buena actuación del domingo pasado en la sorpresiva victoria sobre los Patriots, Newton sigue muy lejos del ‘SuperCam’ que dominó la liga en 2015. Se ha visto impreciso en la bolsa y con dudas al lanzar. Lleva idéntico número de TD-INT con 5 de cada una y apenas suma 882 yardas por aire.

ODELL BECKHAM JR. (New York Giants) Se considera el mejor receptor de la NFL pero ha batallado mucho este año tras un duro golpe que lo tumbó en la pretemporada. No pudo estar en el debut contra los Cowboys y reapareció discretamente ante Detroit. Tuvo un juegazo en Philadelphia con sus únicos 2 TDs pero ante Tampa volvió a desaparecer.

JULIO JONES (Atlanta Falcons) Fue el receptor más dominante en 2016 y sus touchdowns llevaron a Atlanta hasta el Super Bowl LI. Esta temporada no lleva ninguno. Tampoco se puede decir que ha sido su culpa, las defensivas le aplican doble cobertura y lo han limitado en la zona roja. Suma 295 yardas en 19 recepciones.

JARVIS LANDRY (Miami Dolphins) Si bien gran parte de los problemas de Miami son responsabilidad de Jay Cutler y el bajísimo juego que ha mostrado al regresar de su retiro, Landry tampoco ha destacado por sí mismo. Suma 166 yardas en tres juegos sin anotación, aunque a su favor es un alto porcentaje de efectividad al recibir el 75.8% de sus targets.

DeSEAN JACKSON (Tampa Bay Buccaneers) Su llegada a la bahía fue con bombo y platillo pero ha sido más el ruido que ha hecho fuera de la cancha que en los partidos. Ha lidiado con molestias físicas y apenas suma 143 yardas y un touchdown en tres juegos. No muestra gran coordinación con su QB Jameis Winston.

AMARI COOPER (Oakland Raiders) El caso de Cooper vaya que es triste. Su baja de juego ha sido muy significativa pues ha atrapado 12 de 31 targets para un ridículo promedio de 38.7% de acierto. Únicamente tiene 110 yardas en cuatro juegos aunque ya visitó las diagonales una vez. Además, la lesión de Derek Carr debe preocuparlo.

DEMARYIUS THOMAS (Denver Broncos) El receptor más importante de Denver lleva varios partidos desde el curso pasado mostrando dificultades para ser constante. No es el mismo desde el retiro de Peyton Manning y su química con Trevor Siemian no avanza. Tiene 247 yardas y 0 TDs pero apenas atrapa el 60% de los pases en su dirección.