Aaron Rodgers, quarterback de los Green Bay Packers en la NFL, terminó su retiro espiritual en el que pasó varios días encerrado en una cueva donde estuvo en una habitación aislado y a oscuras en el sur de Oregon.
Aaron Rodgers abandona su ‘retiro espiritual’ en la oscuridad
El quarterback de los Packers pasó días en una cueva aislado y sin luz.
El 14 de febrero había declarado que iba a pasar cuatro días con sus noches aislado en la oscuridad para hacer una introspección y “tener una mejor idea de en dónde estoy en mi vida”.
En medio de los rumores acerca de su retiro de las canchas definitivamente y el posible intercambio que los Packers pretenden hacer con él es que se dio este retiro espiritual.
El jugador de 39 años tiene un contrato con el equipo de Green Bay por por una suma cercana a los 60 millones de dólares garantizados si puede jugar en la temporada 2023.
Rodgers ha jugado los 18 años de su carrera en la NFL con los Packers y aunque no hay una fecha límite para que el quarterback tome una decisión, se espera que se resuelva este asunto antes del inicio de la agencia libre.
Al momento los New York Jets están interesados en aceptar el intercambio por el quarterback, pero no se ha concretado nada al momento.
El propietario de Sky Cave Retreats, Scott Berman, el lugar en donde Rodgers se recluyó, fue quien informó de la salida del jugador de las instalaciones.
De acuerdo a Berman, Rodgers estuvo en una habitación de 90 metros cuadrados donde sólo había una cama, un baño y un tapete para meditar con energía eléctrica si lo necesitaba porque las luces pueden encenderse desde el interior.
Esta no es la primera vez que Aaron Rodgers toma parte en métodos poco convencionales de autorreflexión, pues en 2020 viajó a Perú para probar la ayahuasca, un psicoactivo que se elabora a base de plantas que se utiliza en ceremonias indígenas.
Esa vez estuvo a punto de quedarse atrapado en sudamérica por la aparición del coronavirus y las fronteras se empezaron a cerrar alrededor del mundo.