CIUDAD DE MÉXICO, México, Jul. 21, 2016.- Uno de los equipos de los que más se ha hablado durante esta pretemporada ha sido el de los Oakland Raiders, ya que jugará un partido en la Ciudad de México y para muchos podría ser la gran sorpresa en la Conferencia Americana.
Altas expectativas en Oakland
Los Raiders llegan a esta temporada con mejores armas para terminar una racha de 13 años sin marca ganadora
El equipo negro y plata llega a esta campaña con una racha negativa de 13 años consecutivos sin marca ganadora, la peor en su historia. Sin embargo, la buena actuación de la temporada pasada y el joven talento con el que cuenta han hecho que sus aficionados y varios especialistas crean que este sea el año en el que termine esa racha y puedan volver a playoffs.
La escuadra dirigida por Jack Del Río finalizó en 2015 con 7-9, su mejor marca desde que terminó 8-8 en 2010 y 2011. El ataque terrestre será uno de los departamento a mejorar si quieren cumplir con las expectativas, ya que, a pesar de las 1,066 yardas de Latavius Murray, concluyeron en el lugar 28 de la liga con un promedio de solo 91 por encuentro.
El joven quarterback Derek Carr estará en su tercer año y muchos esperan que sea la campaña en la que muestre su verdadero potencial. El ex jugador de Fresno State tiene 7,257 yardas, 53 touchdowns y 25 intercepciones.
Los buenos comentarios sobre Carr no son exagerados, ya que tuvieron que pasar 46 años para que un quarterback de los Raiders superara los 30 pases de touchdown en una temporada. El único en hacerlo previamente fue Daryle LaMonica con 34 en 1969. El que más cerca estuvo de hacerlo desde entonces fue Jeff George, quien en 1997 tuvo 29.
La dupla de los receptores Amari Cooper y Michael Crabtree funcionó muy bien para los Raiders, pero el novato encabezó la liga soltando 18 pases. A pesar de eso, el ex jugador de Alabama concluyó con 1,070 yardas y seis touchdowns en su primer año. Cooper impuso un nuevo record en la NFL, al atrapar 72 pases, la mayor cantidad por un jugador de 21 años o menos.
Con la llegada del guardia Kelechi Osemele y la recontratación del tackle Donald Penn, la línea ofensiva de los Raiders podría ser una de las mejores de la liga. El gerente general Reggie McKenzie ha mostrado que su prioridad es cuidar a Carr, luego de que fuera detenido atrás 33 veces el año pasado.
La defensiva está encabezada por el linebacker Khalil Mack, quien fue seleccionado la campaña pasada en dos posiciones diferentes al equipo All-Pro y es considerado como uno de los mejores en la liga. El ex jugador de Buffalo tuvo 15.0 capturas, la mayor cantidad por un jugador de Oakland desde 2005, cuando Derrick Burgess tuvo 16.
En esta unidad perdieron gran liderazgo con el retiro del ala defensiva Justin Tuck y el safety Charles Woodson, quien la temporada pasada encabezó el equipo con cinco intercepciones. Su lugar será ocupado por el novato Karl Joseph, de West Virginia, elegido en el lugar 14 del Draft de este año.
Los Raiders deben tener mucho cuidado esta temporada, ya que hace 11 años, los medios y especialistas también los colocaban con probabilidades de playoffs gracias a su “poderosa” ofensiva. Para esa campaña, dos después de perder el Super Bowl XXVII, se encontraban como titulares el quarterback Kerry Collins, el receptor Randy Moss y el corredor LaMont Jordan. La escuadra terminó con marca de 4-12, ocupando el lugar 21 de la liga en ofensiva total con un promedio de 309 yardas por juego. Al concluir la temporada, el coach Norv Turner fue despedido.
Después de finalizar como la ofensiva con más yardas por juego en 2002, el equipo sólo ha podido terminar dos veces entre los mejores 10 desde entonces (2009 y 2010). A la defensiva las noticias no mejoran, al concluir solo una vez (2002) entre los 10 que menos puntos permiten en ese mismo lapso. Hace dos años fueron la peor escuadra de la liga en ese departamento, al aceptar 28.2 puntos por encuentro.
Con los rumores sobre su posible cambio a Las Vegas y la presión para terminar la peor racha de su historia, no será una temporada fácil para el conjunto negro y plata, ya que las expectativas en Oakland son muy altas para el 2016.