Parece ya lejano aquel tiempo en el que los Oakland Raiders (que pronto serán los Las Vegas Raiders) eran parte de la savia de la NFL, un equipo protagónico y que en 1983 ganó su tercer y último Super Bowl pero que desde entonces ha echado de menos el protagonismo y a jugadores como Willie Brown, orgulloso de portar los colores negro y plata.
El indeleble legado de Willie Brown en los Oakland Raiders
Los negro y plata están ávidos de tener en sus filas jugadores tan identificados con los colores.
Curiosamente Brown empezó su carrera con el equipo rival de los Raiders, los Denver Broncos, con los que jugó cuatro temporadas, de 1963 a 1966, pero luego, de 1967 a 1978 su puso el uniforme del equipo de Oakland en el que dejó un sello indeleble desde su posición de esquinero, la cual revolucionó y causó revuelo con sus actuaciones.
Algunos le atribuyen como el creador de la técnica 'bump and run' o de empujar y correr, la cual aplican los defensivos secundarios hasta nuestros días para realizar coberturas de pase y que causó tantos estragos a equipos como Miami, Pittsburgh o Minnesota ya sea en juegos de temporada regular o de Postemporada.
Brown acabó su carrera con 54 pases interceptados, muchos de ellos ayudaron a los Raiders a ganar partidos, a cambiar el rumbo de un juego, a afianzar una ventaja en partidos de Playoffs o a conquistar títulos, pero sobre todo a que la defensa de los negro y plata fuese respetada.
Brown se formó en la Universidad Grambling State, pero no fue reclutado, luego tomado y cortado por los Houston Oilers y acabó participando en 204 partidos con los Raiders y con siete selecciones como el mejor de su posición a lo largo de su carrera.
El pasado 22 de octubre se apagó la luz de uno de los mejores defensivos secundarios de todos los tiempos. En 1984 Brown fue exaltado al Salón de la Fama del futbol profesional, ganó tres Super Bowls con Oakland y siguió ligado hasta prácticamente sus últimos días a la organización que se le rindió con gran respeto al enterarse de su fallecimiento.
"Su legendaria actuación en el campo cambió la manera en la que se jugó la posición de cornerback, su valiosa guía como entrenador, mentor y administrador permeó dentro de la organización y tocó a una gran cantidad de individuos dentro y duera del campo. La pérdida de Willie nos deja con un tremendo vacío, pero su liderazgo y presencia siempre será importante en la familia de los Raiders", dijo el equipo en un comunicado.
Brown, el hombre que lo mismo tuvo un partido de cuatro intercepciones como en 1964 ante los New York Jets, como regresar una intercepción 75 yardas en el Super Bowl XI ante Minnesota para sellar la victoria y el campeonato, era el tipo de jugador que recibía el respeto y de sus compañeros y rivales y que tanto echan de menos por estos días los Raiders, que siguen en busca de una identidad y que pronto tendrán un nuevo hogar.