Buffalo Bills fue uno de los equipos fundadores de la Liga Americana (AFL) en 1960, proyecto soñado por Lamar Hunt el ejecutivo líder que hizo realidad la creación de ésta Liga que pretendía rivalizar con la establecida NFL.
El momento que marcó a la franquicia: Bills - Norwood
Un gol de campo fallado en el Super Bowl XXV estará en su mente para siempre.
Los Bills ganaron el bicampeonato consecutivo de la Liga Americana en 1964 y 65, era la época de gloria del quarterback Jack Kemp, nombrado MVP en los partidos por el título. Al año siguiente perdieron el partido de campeonato y con ello la oportunidad histórica de jugar el Super Bowl I, sitio que correspondió a Kansas City Chiefs.
Podríamos considerar esos viejos logros como momentos de gloria para los Bills, pero el destino tendría sucesos peculiares para Buffalo.
En 1973 el equipo tuvo marca de 9 ganados y 5 perdidos, pero se quedaron a un triunfo de avanzar a la postemporada de comodines. Sin embargo, el momento clave de esa temporada lo vivó el legendario corredor O.J. Simpson.
El 16 de diciembre de ese año los Bills visitaron a New York Jets en el nevado Shea Stadium, último partido de temporada regular. Ese día Simpson superó la cifra de 2,000 yardas por tierra en una campaña, algo jamás conseguido en la NFL. El récord quedó en 2,003 yardas, vigente hasta 1984 cuando Eric Dickerson de Los Angeles Rams alcanzó las 2,105 yardas por carrera en una temporada regular, cifra que todavía se mantiene como la marca de todos los tiempos.
También ese momento fue crucial en la historia de los Bills, sin embargo, el récord fue para un jugador que desafortunadamente años después cayó en desgracia, Simpson actualmente paga sus culpas y errores.
LLEGARON 4 VECES AL HILO
Otro momento fundamental en la historia de los Bills fue lo ocurrido en la década de los años noventa cuando, bajo el mando del coach Marv Levy, ganaron 4 veces consecutivas el Campeonato de la Conferencia Americana y, con ello, 4 viajes para jugar el Super Bowl. Ninguna escuadra en la historia ha logrado tal hazaña. Los Bills de Jim Kelly, Thurman Thomas, Andre Reed, Bruce Smith y compañía dominaron la AFC de 1990 a 1993, fueron cuatro temporadas en las que sumaron victorias, títulos divisionales y yardas en ofensiva como nunca en su historia.
La eterna mancha de este espectacular logro es enorme, nunca la olvidarán, siempre perseguirá a esta franquicia como un fantasma terrorífico que hasta en los sueños se aparece. Los Bills fueron 4 años consecutivos al Super Bowl, pero solo para perderlo en las 4 ocasiones, las 3 últimas por palizas:
Super Bowl XXV, derrota 19 – 20 con New York Giants; Super Bowl XXVI, derrota 24 – 37 ante Washington Redskins; Super Bowl XXVII, derrota 17 – 52 con Dallas Cowboys (la segunda peor paliza en la historia del Super Bowl); y Super Bowl XXVIII, derrota 13 – 30 otra vez con los Cowboys.
EL MOMENTO QUE LOS MARCÓ
Todas esas derrotas fueron duras, complicado olvidarlas, pero una de ellas fue especial y puede ser considerada como detonante de las otras tres.
De esos 4 partidos de Super Bowl los Bills tuvieron oportunidad real de ganar en solo uno, el primero que jugaron, el XXV ante New York Giants el 27 de enero de 1991 en el Tampa Stadium, aniversario de plata del partido grande NFL.
Este partido es considerado entre los mejor jugados en la historia del Super Bowl. Encuentro dramático de principio a fin, muy parejo, con jugadas espectaculares de cada equipo, entrega total, récords y un final digno de película de suspenso con éxtasis para el ganador y desgracia para el perdedor.
El Primer Cuarto terminó con empate a 3 puntos gracias al intercambio de goles de campo de Matt Bahr de los Giants y Scott Norwood de los Bills cuyas patadas empezaban a salir un poco desviadas a su derecha, como presagio de tormenta.
En el Segundo Cuarto los Bills anotaron 9 puntos producto de un touchdown en carrera de Don Smith y un safety que Bruce Smith consiguió al capturar a Jeff Hostetler en su zona de anotación. Antes del medio tiempo el mismo Hostetler encabezó una ofensiva crucial que terminó en pase de touchdown a Stephen Baker para colocar el marcador 12 – 10 todavía en favor de los Bills.
El Tercer Cuarto inició con la serie ofensiva que más tiempo consumió en la historia del Super Bowl, hasta ese momento. Hostetler y los Giants avanzaron 75 yardas en 14 jugadas con tiempo récord de 9 minutos y 29 segundos, plusmarca que los mismos Giants romperían hasta el Super Bowl XLII el 3 de febrero de 2008, es decir, 17 años después, cuando armaron una serie ofensiva de 9 minutos y 59 segundos que terminó con gol de campo de Lawrence Tynes sobre New England Patriots. Sin embargo, la serie de 9:29 minutos sobre los Bills sigue siendo el récord en una serie que terminó en touchdown, carrera de una yarda de Otis Anderson para que New York tomara la ventaja 17 – 12.
Los Bills no se rindieron, tomaron la ventaja 19 – 17 en el último Cuarto luego que Thurman Thomas se escapó 31 yardas para touchdown. Los Giants tampoco se doblaron, armaron una ofensiva que concluyó con gol de campo de Matt Bahr de 21 yardas para recuperar la delantera 20 – 19.
En los últimos segundos de juego Jim Kelly armó una ofensiva que llegó hasta la yarda 31 de los Giants. Buena protección, pases certeros, avance consistente para pensar en una victoria, la más grande en la historia de Buffalo Bills. Todo estaba en su lugar para el intento de gol de campo de Scott Norwood, eran 47 yardas, distancia razonable para cualquier pateador de la NFL, última jugada del partido, definiría al ganador, ambos habían hecho un esfuerzo digno para levantar el Trofeo Vince Lombardi.
Es aquí donde se produjo el real momento que marcó la historia de los Bills. Hasta ahora, 16 años del Siglo XXI, no hay otro hecho que sustituya en la memoria de Buffalo la patada de Norwood que pasó desviada a su derecha.
No podían creerlo, el gol de campo del triunfo se esfumó con la esperanza. La derrota en el Super Bowl XXV pesó en la mente de los Bills cada vez que regresaron a jugar por el campeonato de la NFL. Podían dominar la presión y ganar en la Conferencia Americana, pero al llegar al Super Bowl la carga sobre sus hombros era inmensa, los aplastó los siguientes 3 años.
El empuje ganador de esos Bills en los años noventa, alcanzó para llegar en otras ocasiones a los playoffs. De 1994 a 1999 estuvieron 4 veces en postemporada pero no volvieron a disputar el Campeonato de la AFC, por lo tanto tampoco aparecieron de nuevo en el Super Bowl.
Ahora en el Siglo XXI las cosas son peores. Del año 2000 hasta el 2015, han ligado 16 temporadas sin llegar a los playoffs, la racha perdedora más larga en la historia de la franquicia. De esas 16 campañas solo en 2 han tenido marca ganadora. Y todo empezó a partir del intento de gol de campo que Norwood falló en la última jugada del Super Bowl XXV.
El propio Norwood fue víctima de su error, fue cortado en 1992, durante muchos años desapareció del ojo público, regresó a su natal Virginia donde trabajó como agente de seguros. Regresó a Buffalo hasta el año 2002 pero como vendedor de bienes y raíces, no sin antes pasar por ayuda sicológica.