El running back de los Seattle Seahawks, Marshawn Lynch utilizó su tercera y última conferencia de prensa este jueves para ajustar cuentas con los medios, tres días antes del Super Bowl XLIX en Phoenix.
El "Mudo" Marshawn Lynch rompió el silencio en última aparición con medios
El running back de los Seattle Seahawks, Marshawn Lynch utilizó su tercera y última conferencia de prensa.
Después de dos conferencias de prensa en la que se negó a responder preguntaa y repitió una y otra vez la misma respuesta durante cinco minutos el martes y el miércoles ("estoy aquí sólo para que no me multen"), Lynch sorprendió con un discurso acusador contra los periodistas.
"Toda la semana todos ustedes están tratando de que diga algo nuevo, pero por alguna extraña razón insisten en volver a escribir la misma historia sobre mí. ¿Qué imagen están tratando de dar de mí? Pero no me importa lo que ustedes piensan", dijo Lynch en la última presentación de los Seahawks ante los medios.
"Vengo a conferencias de prensa y ustedes me ponen sus cámaras y micrófonos en la boca", expresó molesto el jugador al que algunos empiezan a llamar "El Mudo" Lynch en vez de la "Bestia" Lynch, como le ha bautizado la prensa local.
Lynch recibió una multa de 50.000 dólares esta temporada por no cumplir con las obligaciones impuestas por la NFL de que los atletas deben atender las ruedas de prensa que se les pida.
En sus dos breves apariciones esta semana, Lynch respondió la misma letanía a más de 20 preguntas con la respuesta: "Estoy aquí, así que no me multen", un estribillo que cambió el miércoles para "¿Sabes por qué estoy aquí?"
Su negativa a hablar con los medios la ha convertido en marca registrada, así como sus explosivas carreras para marcar un touchdown.
"Estoy aquí para preparar un juego y todos ustedes me quieren hacer todas estas preguntas, lo cual es comprensible, puedo comprender eso. Pero ya le dije a ustedes que yo no voy a decir nada", acotó.
Lynch es uno de los mejores corredores de la NFL, pero también un jugador polémico por sus torpezas recurrentes: ha tenido que pagar un total de 120.000 dólares en multas desde el comienzo de la temporada, sobre todo por hacer un gesto obsceno al final del partido por el título de la Conferencia, ganado por Seattle frente a Green Bay (28-22 en la prórroga), que le dio el pase al Super Bowl.