Independientemente de la afirmación de la frase “las defensivas ganan campeonatos”, el Super Bowl del domingo anterior nos dejó una serie de reflexiones.
Enrique Burak: Lo que nos dejó el Super Bowl
Independientemente de la afirmación de la frase “las defensivas ganan campeonatos”, el Super Bowl del domingo anterior nos dejó varias reflexiones.
Primero, y sobre la posibilidad de volver a organizar un partido por el Trofeo Lombardi en una ciudad de clima frío en un estadio sin domo, la NFL ha señalado que no tiene prisa, y que ya se han asignado las 3 próximas ediciones, en Glendale, Santa Clara y Houston. Y si se sigue la misma tendencia de los años pasados, en la que se recompensaba a la ciudad que construyera un nuevo estadio, como ocurrió recientemente en Arlington, Nueva Jersey, y en dos años en la nueva casa de los 49ers, la organización podría recaer en Minneapolis, que a partir del 2016 será el nuevo hogar de los Vikingos.
En Nueva jersey insisten en que volverán a pedir la sede, al tiempo que esta semana en Filadelfia también levantaron la mano.
La realidad es que no se supo cuáles serían las consecuencias de celebrar el partido en un escenario bajo esas condiciones, porque la NFL se vio sumamente afortunada con una temperatura de 9 grados sobre cero al momento del Kickoff.
Por otra parte, y aunque los comentarios negativos hacia los Broncos van dirigidos a Peyton Manning, no hay que olvidar que este es un deporte de conjunto. Que Denver fue dominado en la trinchera por la extraordinaria defensiva de los Halcones Marinos, que ya se sabe qué va a hacer, peor que es tan completa, y que cuenta con tanta profundidad, que es sumamente complicado ganarles una batalla hombre a hombre. La línea de los Broncos fue incapaz de darle el tiempo requerido a Manning, y en las contadas ocasiones en la que se lo dio, estaba tan fuera de ritmo que falló pases increíbles.
Sobre el inicio del encuentro, y la falla de comunicación del centro Manny Ramírez, que provocó un safety, no creo que haya marcado el rumbo definitivo el juego. Fue un aviso, de lo que podría suceder, pero Denver tenía todo el partido por delante.
En cuanto a Percy Harvin y los millones que cobró en el 2013 pese a sólo haber participado en 33 acciones, no me cabe la menor duda que se trató de un dinero bien gastado. Fue el elemento desequilibrante contra una defensiva que, hay que decirlo, tenía la ausencia de 5 elementos titulares, que no tenía la película suficiente para saber de qué manera sería empleado por Pete Carroll.
Sobre el legado de Manning, no me cabe la menor duda que el revés le provocó un daño irremediable. Volver a estas instancias luce complicado, y pese a tener toda clase de marcas en temporada regular, donde ha sido designado 5 veces el jugador más valioso, 2 más que cualquier otro elemento, y el único en hacerlo para dos escuadras diferentes, sus cifras en playoffs atentan en su contra. 11-12 en juegos de playoff, y 1-2 en Super Bowls, lo separan definitivamente de la élite de todos los tiempos.
¿Posibilidades de Seattle para repetir? Veo muchas. De inicio no se verán impactados por el contrato de su quarterback Russell Wilson, cuyos ingresos para el 2014 serán de $700,000 dólares, lo que no impacta el tope salarial, tal y como sucedió por ejemplo con Baltimore, que tras vencer a San Francisco elevó la paga de Joe Flacco al rango de $20 millones de dólares por campaña, dejando poco margen de maniobra para firmar al resto de agentes libres.
La base de los Halcones Marinos regresará intacta, y ya se escuchan comentarios de jugadores como Golden Tate y Zach Thomas, que se han convertido en agentes libres, pero que estarían dispuestos a reducir sus pretensiones con tal de permanecer en el conjunto.