Los Minnesota Vikings enfrentan a los Atlanta Falcons en la semana 12 de la NFL y cuando se recuerda la historia de este enfrentamiento es imposible pasar por alto aquel Juego por el Campeonato de la NFC en la temporada 1998.
Falcons-Vikings y el recordado milagro en Minnesota que llevó a Atlanta al Super Bowl
Falcons-Vikings y el recordado milagro en Minnesota que llevó a Atlanta al Super Bowl
El 17 de enero de 1999, los Vikings que habían en ese entonces empatado la marca de todos los tiempos con 15 victorias en temporada regular recibían a un cuadro de los Falcons, que a pesar de su impresionante récord de 14-2 en la campaña, llegaban como las claras víctimas al encuentro por el pase al Super Bowl XXXIII.
La razón de este favoritismo hacia Minnesota era muy claro, el equipo contaba en sus filas con una espectacular ofensiva comandada por el veterano quarterback Randall Cunningham, el también experimentado y estelar receptor Cris Carter y el receptor novato sensación de nombre Randy Moss.
Con esas armas, los Vikings habían roto la marca de todos los tiempos de puntos anotados durante el calendario regular con 566, además en los partidos jugados como local habían sacado un promedio de 23 puntos de ventaja ante sus rivales (9-0 en casa incluyendo postemporada) y el juego por el pase al ‘Súper Domingo’ se disputaría en el HHH Metrodome.
Gary Anderson, el villano de los Vikings.
Del otro lado estaban los Falcons con una historia quizás no tan espectacular pero sumamente conmovedora, en la semana 14 de la temporada regular su entrenador en jefe Dan Reeves sufrió múltiples bloqueos a sus arterias coronarias, necesitando cirugía de bypass cuádruple y estando a pocas horas de haber sufrido un catastrófico ataque al corazón según sus propios médicos. Reeves regresó para los playoffs lugar donde el corredor Jamaal Anderson popularizó el ‘Baile del Pájaro Sucio’ con lo que se identificó por primera vez a esta franquicia que por años estuvo en el anonimato en la NFL.
El partido no fue tan disparejo como se pensaba, sin embargo, en el cuarto periodo, Minnesota estaba al frente 27-17 y los Vikings tenían el ovoide con menos de 10 minutos por jugar y de ahí empezó una serie de eventos desafortunados que los fanáticos del cuadro vestido de púrpura jamás olvidarán.
Primero fue un balón suelto del corredor Robert Smith que capitalizó el danés Morten Anderson con un gol de campo para poner los cartones 27-20. Después, los Vikings volvieron a mover el ovoide y tuvieron una oportunidad más de ponerle hielo al juego, Gary Anderson se preparaba para intentar un gol de campo de trámite de 38 yardas, más aún si tomamos en cuenta que este pateador no había fallado en sus 44 intentos anteriores y estaba perfecto en toda la temporada, sin embargo, inexplicablemente erró y le dio una oportunidad más a los Falcons que aprovecharon y con 49 segundos restando en el reloj, el quarterback Chris Chandler encontró al receptor Terance Mathis en la zona de anotación para llevar el juego al tiempo extra.
En la prórroga, Minnesota tuvo el balón primero y Cunningham estuvo a punto de conectar con Moss de larga distancia pero Eugene Robinson milagrosamente desvió el pase y Atlanta recibió el balón avanzándolo para consumar la gran sorpresa avanzando al Super Bowl por primera vez en la historia de la franquicia con un gol de campo de 38 yardas de Andersen para poner el marcador final de 30-27.