La defensiva de los Denver Broncos edición 2015, considerada por muchos como la mejor de la NFL, hace recordar otra gran defensiva que el mismo equipo tuvo alguna vez.
Nos remontamos a 1977 cuando Denver vivió un fenómeno llamado "Broncomania". El siempre entusiasta público de Denver tuvo la experiencia de contar con una escuadra tremenda, dirigida por el coach Red Miller y basada, principalmente en la defensiva, bautizada como la "Orange Crush Defense".
Pero no era solo el nombre que se le ocurría a la mercadotecnia. La "Orange Crush Defense" resultó en una innovación técnica que hasta nuestros días en el Siglo XXI se sigue usando.
El coordinador de aquella unidad, Joe Collier, perfeccionó el sistema 3 - 4 (3 linieros y 4 linebackers) con jugadores muy rápidos. La defensiva de los Broncos fluía sobre el balón, la persecución era su especialidad y los 4 linebackers eran el antídoto correcto contra un fuerte ataque terrestre.
Los 3 linieros eran: Lyle Alzado, Paul Smith y Barney Chavous; los 4 linebackers: Randy Gradishar, Tom Jackson, Bob Swenson y Joe Rizzo; atrás en la secundaria contaban con: Billy Thompson, Louis Wright, Steve Foley y Bernard Jackson.
Con esa fuerza defensiva los Broncos vencieron 2 veces al equipo dinastía de los setenta: Pittsburgh. Y también 2 veces a los Oakland Raiders, una de ellas en el campeonato de la Conferencia Americana.
Al equipo que no pudieron vencer 2 veces fue a los Dallas Cowboys. Primero perdieron en el último partido de la temporada regular y luego en el Super Bowl XII, pero no fue fácil para la escuadra de Tom Landry. El sistema que Landry planeó para vencer a la defensiva de Denver fue usar jugadas de engaño "excéntricas reversibles", "pases con engaño" y "pases sorpresa" cuyo mensaje fue: "será mejor que jueguen sus posiciones porque tenemos sorpresas". Con eso anuló la tremenda persecución.
Sin embargo, la "Orange Crush Defense" fue legendaria y el detonador para que Denver se hiciera frecuente en varios Super Bowls por venir.