Un cúmulo de sentimientos rodean siempre un duelo entre los Cleveland Browns y los Pittsburgh Steelers y ahora que se verán las caras para abrir la Semana 11 en el Thursday Night Football en FirstEnergy Stadium no será la excepción porque los dos equipos llegan con escenarios y momentos diferentes, pero con una cosa muy clara en mente: se odian.
Los Browns buscan romper las cadenas que les pusieron los Steelers
Luego de 8 juegos sin vencer a Pittsburgh, Cleveland saldrá agresivo en crucial duelo divisional.
La serie histórica entre Steelers y Browns marca una clara ventaja de 75-58-1 para Pittsburgh, pero no solo eso, la última vez que Cleveland ganó fue el 12 de octubre de 2014 y suma ocho juegos sin ganar en esta rivalidad aunque en esa amarga cadena se registró un empate la temporada pasada.
La temporada de Pittsburgh (5-4) parecía irse por el retrete cuando en la Semana 2 se confirmó que Ben Roethlisberger, su estelar y longevo quarterback, se perdería el resto de la campaña por una lesión en el brazo, dejando, aparentemente, a la deriva a los Steelers. Pero nadie esperaba que entre dos incipientes pasadores como Mason Rudolph, principalmente, y Devlin Hodges, rescataran la temporada y no solo eso, en Heinz Field piensan en la Postemporada.
El efecto inverso ha ocurrido en Cleveland. Incluso muchos antes del arranque de la temporada se atrevieron a predecir que los Browns (3-6) iban a llegar muy lejos, tanto como el Super Bowl. Pero la realidad y la crudeza de la temporada 2019 les ha dado un portazo en la cara y los tiene en un punto crítico y jugando un futbol muy por debajo de lo que se esperaba y las miradas, y los dedos, señalan dos personajes particularmente: Baker Mayfield y Odell Beckham Jr.
Este jueves por la noche, con este contexto y panorama, ambos equipos se medirán en su partido 135, en una nueva etapa de esta rivalidad en un partido que se televisará a nivel nacional, en Estados Unidos, y que pondrá las cosas más claras para los dos rivales del Norte de la AFC toda vez que tengamos un resultados final.
Con muy poco margen para el error, debido a una serie de penalizaciones, balones perdidos y jugadas cuestionables del entrenador novato Freddie Kitchens en varias derrotas decepcionantes al principio de la temporada, los Browns intentarán mantener vivas sus tenues esperanzas de avanzar a los Playoffs al enfrentar a unos aferrados Steelers.
Mientras tanto, Pittsburgh recurrió a toda su jerarquía de excampeones para reagruparse después de la partida de Le’Veon Bell y Antonio Brown y luego de perder a Roethlisberger, pero de su lado con una defensa que se ha destacado por hacer que los rivales pierdan balones, pues los Steelers dejaron detrás un arranque de 1-4 en la temporada.
El talento y los patrocinios no han pagado dividendos en Cleveland. El equipo más publicitado de la NFL en la pretemporada no ha estado a la altura de las expectativas, como por ejemplo que con 14 intercepciones Mayfield lidere la liga en ese poco honroso departamento, y esto ha derivado en frustración y exabruptos en ruedas de prensas y distracciones que algunos consideran inexplicables.
Un ejemplo de ellos es que Beckham Jr. llevara un costoso reloj en la Semana 1, que no debió usar, y luego usó unos pantalones que no iban acorde al reglamento, para cerrar con que la NFL le advirtió, junto con Jarvis Landry que si utilizaban en el duelo contra Denver calzado que no cumpliera con la norma, pues eran customizados, no saldrían a jugar el segundo medio.
Pero los Browns, que el domingo rompieron una racha de cuatro derrotas con su primer triunfo de locales en la campaña, al vencer a Buffalo, tienen una serie de partidos relativamente fáciles por delante y no se han dado por vencidos en su intento por poner fin a la sequía más larga de un equipo sin llegar a Playoffs, que se remonta a 2002.
Es verdad que la ofensiva de los Steelers no espanta a nadie, es la 27 de 32 en la NFL, pero durante su racha de victorias, Pittsburgh ha forzado 14 pérdidas de balón, y el safety Minkah Fitzpatrick ha devuelto dos para touchdown. Fitzpatrick llegó a Pittsburgh en un canje con Miami y ya lleva cinco intercepciones y un fumble recuperado en siete encuentros, y ha sido factor para que tengan una defensa que está apenas por fuera (12) del top 10.
Con todos esos ingredientes a considerar, Pittsburgh buscará continuar con su espiral de dominio sobre su infortunado rival, mientras que Cleveland busca forjar una racha ganadora en el momento en el que más lo necesita.