Para Minnesota, la fiesta fue completa: su nuevo estadio, el U.S. Bank Stadium, fue estrenado con una victoria sobre Green Bay por 17-14, un triunfo más cerrado del que pudo ser, pues los Vikings dominaron la mayor parte del partido.
Los Vikings estrenan su estadio con victoria sobre los Packers
Para Minnesota, la fiesta fue completa: su nuevo estadio, el U.S. Bank Stadium, fue estrenado con una victoria sobre Green Bay por 17-14.
Fue un partido discreto para Aaron Rodgers y en general para la ofensiva de los Packers. Rodgers fue limitado a 213 yardas y un pase de anotación, además de un pase interceptado.
Los Vikings se las tuvieron que arreglar sin Adrian Peterson durante los últimos 18 minutos de partido, pues salió del partido con una lesión en la rodilla que tiene en vilo a sus aficionados. Quedó claro que la defensa púrpura fue la que hizo el trabajo.
Poco después, Sam Bradford encontró a Stefon Diggs en un pase de 25 yardas para darle ventaja de 17-7 a Minnesota. Diggs, quien está en su segunda temporada, atrapó nueve envíos para la nada despreciable cantidad de 182 yardas. Una pesadilla para la secundaria de los Packers.
Bradford le cumplió a su nuevo equipo con un pulcro trabajo de 286 yardas, dos touchdowns y 22 de 30 envíos completos para un espectacular 71 por ciento de efectividad.
Green Bay reaccionó con un acarreo de 10 yardas de Rodgers en los inicios del último cuarto, pero a partir de ahí llegaron los errores, primero, con poco menos de siete minutos por jugar, cuando el propio Rodgers soltó el balón en la yarda 40 de los Vikings, y con 1:50 en el reloj, Trae Waynes le interceptó un pase que sentenció la victoria.
Por lo pronto, Minnesota amanecerá en la cima de la división Norte de la NFC, con dos victorias, el único invicto de este pelotón.