Los Minnesota Vikings comenzaron la temporada con una autoritaria victoria en casa al derrotar 29-19 a los New Orleans Saints en el primer juego de la cartelera del Monday Night Football.
Minnesota le ganó a los Saints con todo y el combo Brees-Peterson
Sam Bradford lanzó para más de 300 yardas y tres pases de touchdown en la clara victoria de los Vikings sobre New Orleans.
El US Bank Stadium fue el escenario donde los Vikings se alzaron con el triunfo ante su corredor legendario Adrian Peterson, quien regresó a Minneapolis vestido como miembro de los Santos.
De la mano de un Sam Bradford que volvió a verse muy preciso, la grata revelación del novato RB Dalvin Cooks y una actuación espectacular de Stefon Diggs, los Vikings se llevaron la gloria ante su gente.
Adrian Peterson no pudo tener la noche de revancha que se esperaba pues apenas colaboró con 18 yardas en seis acarreos y se fue frustrado tras no poder ayudar en la segunda mitad. Sean Payton no lo ocupó tanto, estuvo rotando a sus corredores.
El juego arrancó flojo y fue hasta el segundo cuarto que llegaron las anotaciones de seis puntos. Los Saints ganaban 6-3 en duelo de pateadores entre Lutz y Forbath hasta que apareció la magia de Diggs.
El receptor de tercer año tuvo una noche estelar y en dos drives consecutivos lideró a Minnesota hasta conquistar las diagonales.
Primero con una salida desde el slot y, tras un exitoso play action que engañó a la defensiva de New Orleans, Diggs quedó solo y anotó su primer TD de 18 yardas celebrando como Randy Moss.
En el segundo él se encargó de poner a los Vikings dentro de la yarda cinco y luego convirtió con una recepción prodigiosa ganándole el balón al defensivo para llevar a su equipo 17-6 al descanso.
La segunda mitad dejó ver a un Drew Brees desesperado por no poder conectar con sus receptores en trayectorias largas debido al gran trabajo de la defensiva local.
En cambio Bradford tuvo un notable juego completando 27 de 32 pases para 346 yardas y tres touchdowns que guiaron la victoria de los Vikings. Dalvin Cooks tuvo 22 acarreos para 127 yardas, mientras Adam Thielen acumuló 157 yardas en nueve atrapadas.
Forbath y Lutz siguieron su duelo de patadas en el tercer y último cuarto, mientras aparecieron los alas cerradas para convertir touchdowns. Coby Fleener hizo la anotación del orgullo cuando restaban dos minutos y el partido ya estaba resuelto.
Por su parte Kyle Rudolph se encargó de finiquitar el resultado para Minnesota recibiendo un pase de 15 yardas justo en la frontera de las diagonales que puso la cereza al pastel en la fiesta que se vivió en el US Bank Stadium.