Hablar de O.J. Simpson es referirse a un ícono del deporte estadounidense, a un rey sin corona que ha pasado por la desgracia tras su esplendor.
O.J. Simpson: el corredor de las 2 mil yardas, el rey sin corona
En 1973 se convirtió en el primer corredor en rebasar las 2 mil yardas por tierra en una sola temporada, pero sólo jugó un partido de Playoffs.
Simpson fue el primer corredor en sobrepasar las 2 mil yardas (2 mil 3, en realidad) por tierra en una sola temporada, en 1973, una época en la que se jugaban 14 partidos, dos menos de los que hay actualmente, lo que le da más peso a su hazaña.
Fue seleccionado a seis Pro Bowls, el primero en su año de novato, 1969, y los siguientes cinco de forma consecutiva entre 1972 y 1976, aquellos incluso como titular.
Pero ni en nueve temporadas con los Buffalo Bills ni en sus dos últimas con los San Francisco 49ers, el equipo de su ciudad natal, logró siquiera acercarse al Super Bowl. Con los Bills sólo llegó a Playoffs en 1974, donde cayeron en la Ronda Divisional ante los Steelers, mientras que los 49ers tuvieron marcas de 2-14 en sus dos temporadas, en 1978 y 1979.
Quizás lo único destacado de Simpson en San Francisco, además de su regreso a casa para retirarse, es que su último año como profesional coincidió con el de novato de un tal Joe Montana.
Una estrella fulgurante en equipos absolutamente terrenales.
Pero la marca de las 2 mil yardas es su sello. Once años después, Erik Dickerson rompió su marca, con 2 mil 105, la cual aún permanece en la actualidad, pero lo hizo en una temporada de 16 partidos.
Otros cinco corredores desde entonces han superado lo hecho en 1973 por Simpson, pero si hacemos un cociente de yardas entre el número de partidos jugados, nadie lo supera. A ese ritmo, en una temporada de 16 partidos, habría hecho 2 mil 289, para superar por mucho a Dickerson.
Nunca sabremos si en unas hipotéticas semanas 16 y 17 de la campaña habría vuelto a correr en promedio para 143 yardas, pero las 102 en total que lo separan de Dickerson lucen bastante acequibles.
No dudemos en decir que O.J. Simpson es el más grande corredor que haya visto la NFL en una sola temporada.
Desafortunadamente, su carrera más famosa fue aquella persecución para escapar de la Policía de Los Angeles, el 17 de julio de 1994. Pero esa es otra historia.