"Hay que cambiar todos los campos a superficies de césped natural de alta calidad. Sabemos que este cambio requiere inversión, pero existe un costo mayor si seguimos perdiendo a nuestros mejores jugadores por lesiones innecesarias. Es la decisión más fácil que puede tomar la NFL", pidió Howell.
El lunes anterior en el juego de la semana uno de la temporada 2023 entre Jets y Bills, Aaron Rodgers, quarterback de los neoyorquinos, se rompió el tendón de Aquiles en una jugada en la que se le atascó el pie izquierdo en la grama artificial del MetLife Stadium, hogar de los Jets.
La lesión dejó fuera de la temporada a Rodgers, una de las máximas estrellas de la liga.
Este miércoles el director ejecutivo de la NFLPA subrayó que el césped natural es una superficie más segura reconocida no sólo por jugadores, sino por los datos que dictan que ocurren menos lesiones en esta superficie.
"Los jugadores prefieren abrumadoramente el césped natural y los datos son claros. Éste es más seguro que el césped artificial. Es un tema que ha estado en lo más alto de la lista de las solicitudes de los jugadores durante mis visitas a cada equipo y que he planteado a la NFL", puntualizó el directivo.
Lloyd Howell señaló que el cambio es posible toda vez que para la Copa del Mundo de fútbol de 2026, en la que Estados Unidos será sede, la FIFA exige que todos los estadios cuenten con césped natural, requisito con el que los recintos de la NFL que alberguen algún partido de la justa cumplirá.
"No tiene sentido que los estadios puedan cambiar a superficies de césped natural cuando llegue la Copa del Mundo, pero las superficies artificiales sigan siendo aceptables para nuestros jugadores. Vale la pena la inversión y simplemente hay que cambiarlo ahora", argumentó Howell.
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En la actualidad entre los 30 estadios que albergan los partidos de los 32 equipos de la NFL (Jets y Giants comparten sede en New York, lo mismo que Chargers y Rams en Los Angeles) 15 cuentan con césped natural, el otro tanto tiene grama artificial.
