Referirnos a Patrick Lavon Mahomes II no es solo hacer alusión al hijo de Pat Mahomes, quien de 1992 a 2003 se desempeñó como lanzador en varios equipos de las Grandes Ligas y que proclamaba el título de personaje deportivo más distinguido de la familia.
¿Qué diferencia del resto a Patrick Mahomes?
El quarterback de los Kansas City Chiefs posee características que nos hacen pensar que ha roto todo molde establecido.
El joven pasador de 24 años, en su tercera campaña en la NFL, es el producto de mayor orgullo en la historia de Texas Tech, quien en la temporada 2016 de la NCAA ya estaba haciendo el suficiente ruido como para no pasar inadvertido para los scouts de la NFL al ser el líder del futbol colegial en yardas aéreas, lo que le hizo ganar el trofeo Sammy Baugh y estar en el segundo equipo ideal de la conferencia a la que pertenecen los Red Raiders, el Big 12.
Su primer año en la NFL fue algo similar a lo que pasa con aquellos estudiantes que son como ‘oyentes’ en las universidades, pues luego de ser tomado como la décima selección global del Draft de 2017 por los Kansas City Chiefs, en la que se pasó la mayor parte de ella en la banca, amasando experiencia en las laterales, debutó ante los Broncos en la Semana 17 guiando al equipo al triunfo y dejando sorprendidos a muchos no solo por conseguir el triunfo sino por cómo lo hizo.
Fue el primer asomo de lo que ‘Mahoney’, como también le dicen, tenía preparado para que se muestra como una carrera en ascenso en la NFL. En 2018, luego de haber firmado un pacto por cuatro años y 16.4 millones de dólares, empezó la magia.
A lo largo de la historia de la NFL en las filas de la liga se ha visto desfilar quarterbacks como Frank Tarkenton, Ken Stabler, Randall Cunningham, Michael Vick, Cam Newton, entre otros, que son una especie de navaja suiza porque tanto pueden hacer daño pasando como llevando el ovoide con sus propias piernas.
Pero ¿qué tiene de diferente Mahomes? Además de concluir la campaña de 2018 como líder ofensivo en muchas categorías, como las 5,097 yardas aéreas y los 50 pases de touchdown, a cambio de apenas 12 intercepciones, con un grueso 66 por ciento de pases completos, dejó claro que el molde antes establecido por quarterbacks de esa manufactura pareció romperse cuando llegó a la NFL.
Un pasador nato, en posición fija y en desde la formación escopeta (shotgun formation), o bajo centro, y con la necesidad de rolar a los costados, Mahomes ha probado ser un certero pasador tanto en postura estática como en movimiento, siendo esto último una virtud porque no todos pueden ejecutar en estas circunstancias.
Pero no es solo su versatilidad en ese sentido, pues Mahomes tiene un brazo potente, altamente probable que haya sido heredado de su padre beisbolista, y también muy preciso, pues una de las cosas que más sorprenden es su arrojo para lanzar envíos por ventanas del tamaño de la de los aviones, donde solo él puede ver que hay una oportunidad.
Su primer año completo como titular en la NFL fue de dominio absoluto, probando ser un atleta de gran calidad de cabo a rabo, era indescifrable, y llevó tan lejos como pudo a los Chiefs, que perdieron 37-31 el juego de campeonato de la Conferencia Americana ante los New England Patriots, dando avisos de lo que podría venir en el futuro.
Sin embargo, su segunda temporada en la NFL no ha resultado ser tan rimbombante como la primera, pero para quienes lo admiran y esperan mucho de él no debe ser motivo ni de alarma ni de asombro, pues los rivales de Mahoney tuvieron todo el receso de temporada para estudiarlo en video y detectar sus tendencias y tratar de explotar sus debilidades para la hora de volverlo a enfrentar.
En su segundo año en la NFL las lesiones y las derrotas que no le ocurrieron en su primer año han dado más de qué hablar dada la expectativa que de él se formó, pero es muy pronto para sacar conclusiones definitivas sobre lo que sucederá, ya que hay que recordar que, si bien no ha lucido tan espectacular como en 2018, las lesiones han mermado su desempeño.
El partido del lunes por la noche se presenta como una magnífica oportunidad para apreciar de cerca en la Ciudad de México a un fenómeno como Patrick Mahomes, pues jugadores como él se dan una vez cada 15 o 20 años.