SAN DIEGO - Con cuatro goles de campo del pateador Josh Lambo, los San Diego Chargers consiguieron su segunda victoria de la temporada a costa de unos Broncos de Denver que no pudieron mover las cadenas en el Qualcomm Stadium.
San Diego controló a los Broncos y terminó con su mala suerte venciendo 21-13 a Denver
Los Chargers sufrieron de más pero le ganaron a Denver con gran defensiva y un buen pateador.
En un muy colorido pero flojo partido, San Diego derrotó 21-13 a Denver gracias al buen trabajo de su defensiva que evidenció la inexperiencia de Trevor Siemian y una inoperante ofensiva de los Broncos muy predecible al jugar por tierra.
Philip Rivers se encargó de llevar a su equipo a un nuevo triunfo con una actuación discreta donde completó 18 de 29 pases enviados para apenas 178 yardas -con las que se convirtió en el quarterback con más yardas de la franquicia llegando a 43,094- y un pase de anotación tempranero.
El touchdown con Hunter Henry -que además atrapó seis pases para 83 yardas- le permitió a los Chargers jugar con la desesperación del rival y, con un buen trabajo de sus equipos especiales y la defensa provocando balones sueltos, alcanzaron una ventaja mayor que ya no soltarían.
Aunque Rivers no tuvo errores, tampoco fue capaz de capitalizar el dominio en el reloj de los Chargers, ya que en cuatro series ofensivas llegando al campo de los Broncos, se tuvieron que conformar con marcar tres puntos con su pateador Josh Lambo que tuvo una noche perfecta.
Por su parte Trevor Siemian regresó a los controles con Denver, tras una lesión que lo marginó juego y medio, pero anduvo muy errático a diferencia del arranque de la temporada donde ligó tres victorias seguidas mostrando liderazgo y capacidad.
El joven mariscal de segundo año lanzó 50 pases pero solo completó 30 para 230 yardas y un touchdown con Bennie Fowler hasta el último cuarto quedándose a 11 puntos de empatar.
Brandon McManus conectó gol de campo de 46 yardas restando menos de dos minutos en el reloj. Increíblemente era un juego de una posesión, y eso acrecentó el nervio de los locales por la mala suerte que han tenido en esta campaña.
Denver logró una patada corta exitosa que le dio esperanza pero Siemian no supo llevar la ofensiva del empate, ni lanzar un ‘Ave María’ buscando la hazaña y, sufriendo y todo hasta el final, San Diego se quedó con el partido para poner su marca 2-4.