Tom Brady, quarterback de los New England Patriots, recibió buenas noticias en la pelea legal que mantiene con la NFL después que el juez que lleva su caso en Nueva York pidió a la organización más pruebas que lo impliquen con el asunto de los balones desinflados de forma ilegal.
Se necesitan más evidencias para relacionar a Tom Brady con balones desinflados
Debe haber más pruebas para culpar a Brady
El juez Richard Berman puso a la NFL en postura defensiva al requerir las evidencias que liguen directamente a Brady, gran estrella de los Patriots -últimos ganadores de la Super Bowl- con los balones desinflados.
Berman se dirigió a Daniel Nash, abogado de la NFL, y destacó que las estadísticas de Brady fueron mejores en el segundo medio del partido contra los Colts en relación a los primeros dos períodos, durante los cuales se hallaron los balones desinflados.
"Podría decirse que (Brady) no obtuvo ventajas de los balones mal inflados", argumentó Berman.
Ante las peticiones del juez, Nash reconoció que no existe un mensaje con la orden directa de Brady para manipular aire en los balones, pero que el hecho de haber destruido su teléfono celular apunta hacia la sospecha.
"¿Existe un mensaje en el cual el señor Brady pide a alguien colocar una aguja en un balón? No, no existe dicha evidencia directa", respondió Nash. "(Pero otra evidencia) indica claramente del conocimiento del señor Brady y apoyo a esta actividad".
Nash reiteró que la destrucción del teléfono por parte de Brady era una evidencia clara para dar a pensar de su culpabilidad y de ahí el castigo de cuatro partidos de suspensión impuesto por el comisionado de la NFL, Roger Goodell.
En el turno del abogado de Brady, Jeffrey Kessler, el juez Berman le pidió que no respondiese alegatos directos de Nash que impidiese la posibilidad de un acuerdo fuera de los tribunales.
Kessler comenzó por responder una pregunta del juez en cuanto al personal de utilería de los Patriots que, en efecto, manipuló los ovoides.
"Se puede concebir que el señor McNally pensó que sería bueno para su mariscal de campo. Eso forma sentido lógico", comenzó Kessler. "Después de todo este dinero, toda la investigación, no pudieron demostrar que (Brady) estaba 'al menos enterado de forma general' de que algo sucedió".
Un informe presentado por la NFL el pasado 6 de mayo concluyó que era "más probable" que el personal de los Patriots manipulase el aire de los balones de forma deliberada durante el partido que disputó el equipo de Nueva Inglaterra contra los Indianapolis Colts por el título de la AFC, y que Brady estaba "al menos enterado de forma general" de la violación a las reglas.
Kessler también valoró el asunto del teléfono celular de Brady que fue destruido y argumentó que su cliente tuvo reparos en compartirlo debido a implicaciones de privacidad, y explicó que el ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) del último Super Bowl suele renovar sus dispositivos móviles con frecuencia.
"¡Le dan celulares todo el tiempo! Cuando sea que recibe uno, le da (el anterior) a su asistente y le pide deshacerse del teléfono", exclamó el abogado.
El juez sostuvo que la disputa legal del "Deflategate" no es el típico caso que llega a juicio. Dijo que casos similares usualmente son resueltos por un juez si no se alcanza un acuerdo mutuo.
Berman le dijo a Goodell y Brady que, aunque casos civiles del tipo generalmente se llevan dos años, "pienso que es justo decir que nadie aquí quiere esperar tanto".
También admitió que hay evidencia en ambas partes del caso, pero señaló que no tiene determinado quien prevalecerá en el mismo y les pidió que llegasen a un acuerdo fuera de los tribunales.
Nash también argumentó que el acuerdo colectivo de trabajado con los jugadores brinda al comisionado la autoridad y responsabilidad de actuar para proteger la integridad del juego, incluyendo la imposición de vetos.
Mientras que Brady y el sindicato de jugadores no ceden en sus exigencias de que sólo aceptarán una multa, sin suspensión y ningún tipo de reconocimiento de culpa relacionado con la implicación directa en el desinflado ilegal de los balones.