SEATTLE – Los Seattle Seahawks no tuvieron piedad y aplastaron 37-18 a los San Francisco 49ers para mantenerse invictos en el CenturyLink Field además de tomar el liderato de la División Oeste de la Conferencia Nacional.
Seattle destrozó 37-18 a San Francisco y tomó el liderato divisional
Doug Baldwin y Jimmy Graham brillaron con los Seahawks que perdieron a Russell Wilson por una lesión en la rodilla.
Desde el comienzo del encuentro se notó cual iba a ser la tónica del partido con los Seahawks haciendo valer su ataque terrestre ante la mala defensiva de San Francisco que no pudo contener el poderío local en las trincheras.
Tan solo en el primer cuarto Seattle se adelantó 14-0 con dos touchdowns terrestres de Christine Michael, quien tuvo casi toda la carga de acarreos y respondió así además de acumular 106 yardas.
Russell Wilson se encargó de equilibrar los ataques entre tierra y aire y lució jugando como el líder peligroso que es cuando tiene suficiente protección y tiempo para desarrollar su ofensiva.
El quarterback de los Seahawks se conectó con Jimmy Graham, quien en la ofensiva anterior cometió un balón suelto que costó tres puntos para los 49ers, con un pase de 18 yardas hasta las diagonales donde el ala cerrada se reivindicó tras su error y su inicio lento de temporada.
Graham estaba encendido y volvió a mostrarse como el arma mortal que era cuando estaba en las filas de los New Orleans Saints. El ala cerrada terminó el partido con 100 yardas y una anotación.
San Francisco buscó meterse a la pelea pero Blaine Gabbert no conseguía prolongar las posesiones de balones mientras Steven Hauschka conectaba sendos goles de campo para acrecentar la ventaja.
Cuando se disputaba el tercer cuarto, Russell Wilson salió lesionado tras sufrir una captura de Eli Harold -quien fue penalizado por taclear al mariscal de campo tomándolo del cuello- que le cayó encima de la rodilla izquierda en una aparatosa jugada.
El ‘3’ de Seattle se quedó adolorido en el terreno de juego y luego salió una jugada para volver a la siguiente a completar un pase de 10 yardas con Doug Baldwin.
Baldwin fue el mejor jugador de los Seahawks en el partido donde sumó 164 yardas y un touchdown enviado por Trevone Boykin por la lesión de Wilson que se mantuvo en los costados de la cancha.
Al final, ya con la victoria en la bolsa, la defensiva de Seattle se relajó en demasía y le permitió a Carlos Hyde terminar el partido con 103 yardas y dos touchdowns terrestres, intrascendentes para el resultado.