Después de dos semanas de festejos, mucho ruido y declaraciones, por fin llegó el domingo 2 de febrero de 2020 en que San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs disputan el Super Bowl LIV.
Super Bowl LIV: Explosión aérea vs. defensiva de época
Kansas City y San Francisco luchan por el Vince Lombardi en el Hard Rock Stadium.
Han sido 15 días plagados de información sobre los dos campeones de la Conferencia Nacional y Americana, respectivamente, y es momento de tomar el emparrillado para ver cuál de los dos tiene lo suficiente para alzarse como el nuevo campeón de la NFL.
Por un lado tenemos a una franquicia histórica que ha visto pasar por sus filas a dos de las máximas figuras de todos los tiempos de la liga. San Francisco es uno de los equipos más ganadores de la era del Super Bowl, casi con récord perfecto, donde ostenta cinco campeonatos en seis Súper Domingos disputados. De la mano de Joe Montana y Jerry Rice, los 49ers conquistaron cuatro trofeos Vince Lombardi en los ochenta. El quinto título llegó poco después con Steve Young en los controles. Aunque de este último logro ya pasaron 25 años.
El otro finalista es un equipo con tradición, pero que hace medio siglo no logra situarse en la cima. Comenzando su andar en la vieja Liga Americana, Kansas City tuvo un origen prometedor cuando alcanzó dos Super Bowls en sus primeros años de vida. De hecho, los Chiefs disputaron el primer ‘Campeonato Mundial de Fútbol Americano’, pero lo perdieron contra Green Bay.
Tres años después obtendrían su recompensa al ganar su único título de campeón de la NFL liderados por el mítico Len Dawson. Fue en el Súper Tazón IV cuando los Jefes tocaron la gloria. Han pasado 50 años desde aquella tarde de fiesta para los Jefes en Nueva Orleans.
La derrama económica que provoca el Super Bowl
El Super Bowl LIV goza de varias curiosidades que no han dejado de ser subrayadas por todos y que han
copado la información deportiva. Las más evidentes es el color que comparten ambos equipos: el rojo. Este será el ‘Juego Grande’ más rojo que se haya visto en la historia.
Luego lo inevitable: este partido fue apodado el ‘Montana Bowl’ cuando se confirmó el enfrentamiento entre 49ers y Chiefs, las dos únicas organizaciones para las que jugó el legendario ‘Joe Cool’. La sede es Miami, la ciudad con más experiencia en Super Bowls, donde los Niners salieron campeones dos veces en este mismo estadio, en las ediciones XXIII y XXIX cuando se llamaba Joe Robbie Stadium.
Otra más es el récord con el que terminaron la temporada regular ambas escuadras (13-3). Uno como el sembrado número 1 de la NFC y otro como el segundo de la AFC; los dos dentro de la División Oeste. Chiefs fue precisamente el equipo contra quien se lastimó los ligamentos de la rodilla Jimmy Garoppolo, quien está jugando su segunda temporada como quarterback titular de la franquicia californiana, igual que Patrick Mahomes en Arrowhead. Además, la similitud en el estilo de juego de las alas cerradas All-Pro, George Kittle de SF y Travis Kelce de KC, es otro aspecto peculiar. Es el Juego Grande con el mejor duelo de TEs que se recuerde.
Las supersticiones apuntan como favorito a San Francisco, aunque las casas de apuestas digan lo contrario con Kansas City (-1.5), y es que los Niners ganaron el Super Bowl siempre la temporada previa a que Raiders cambiara de casa, como pasó en 1981 y 1994 con sus mudas a Oakland y Los Ángeles, y ahora su cambio a Las Vegas.
Tampoco favorece a los Chiefs saber que quienes fueron programados para jugar el International Series de México y lo ganaron, han llegado al Super Bowl solo para perderlo, como sucedió a Patriots y Rams en las campañas 2017 y 2018. Kansas City venció a los Chargers en la Ciudad de México en noviembre pasado.
Pero justo cuando crees que las similitudes y tendencias pueden hacerte creer que todo ya está escrito, te das cuenta de lo opuestos que realmente son estos dos equipos. Kansas City goza de una ofensiva prodigiosa que acabó dentro del Top 5 en varias categorías del ataque como puntos anotados y yardas por aire, y San Francisco montó una defensiva de elite que limitó a sus oponentes y fue líder de la liga en el juego contra el pase.
Chiefs tiene un estilo moderno encabezado por la explosividad de Mahomes, Tyreek Hill, junto a Kelce, Williams, Watkins y Hardman, con las geniales mentes detrás de Eric Bieniemy, coordinador ofensivo y Andy Reid como el entrenador en jefe.
Niners en cambio basó su éxito en revivir el juego Old School de ataque terrestre como martillo y posesiones largas, gracias a una gran línea defensiva a la que se suman Kittle y el fullback Kyle Juszczyk, formando una barrera protectora para Raheem Mostert. A la intensidad y manos seguras del #85 se añade la diversidad de Deebo Samuel, la experiencia de Emmanuel Sanders, y el complemento de Matt Breida y Kendrick Bourne, con Jimmy G como hombre orquesta, sin errores.
Las defensivas de ambos tienen nombres muy importantes, sobre todo San Francisco con Richard Sherman liderando a los profundos y Nick Bosa, recién condecorado Novato Defensivo del Año, además de Fred Warner, y una frontal brutal con DeForest Buckner, Kwon Alexander y Dee Ford, exmiembro de los Chiefs y llamado ‘villano’ por un castigo en la Final de la AFC 2018. Kansas City no se queda atrás con Tyrann Mathieu con una campaña espléndida, los aguerridos Chris Jones y Frank Clark en línea defensiva, y los linebackers liderados por Anthony Hitchens.
Los coaches Andy Reid y Kyle Shanahan tienen la espina clavada tras dejar escapar un Super Bowl victimados por New England Patriots en XXXIX y LI, con Filadelfia y Atlanta respectivamente. Uno de los dos probará las mieles de la gloria cuando resulte ganador este domingo, así como Garoppolo y Mahomes, encaminados a labrar su propia leyenda en la NFL dejando atrás la sombra de Tom Brady.
Uno esperando ser el suplente que se marchó a otro lado para unir su nombre a Montana y Young con los Niners y otro que bien podría ser quien tome la estafeta que deja ‘The GOAT’ abriéndose paso a la inmortalidad de la NFL con el segundo título de su franquicia apenas a los 23 años de edad.
Al Hard Rock Stadium le espera un juego inolvidable.