Después de disfrutar del primer fin de semana de playoffs en la NFL quedó claro que será difícil ver los grandes circos aéreos de antaño y que los coaches tienen como objetivo principal el control de balón con un buen ataque terrestre y una sólida defensiva.
Toño de Valdés | Acarreando, la forma de llegar a Miami
La tendencia parece indicar que los contendientes al Super Bowl llegarán corriendo el balón.
Tres de los cuatro ganadores entre sábado y domingo utilizaron ese estilo de juego y lograron contener a quarterbacks de gran nivel y en el caso de Drew Brees y Tom Brady de enorme experiencia.
Los Vikingos de Minnesota tuvieron de regreso a Dalvin Cook luego de dos semanas de ausencia y lució con 94 yardas terrestres y par de touchdowns para dar la sorpresa ante los Santos en Nueva Orleans.
En el caso de los Halcones Marinos de Seattle su ofensiva terrestre la encabezó su mariscal de campo Russell Wilson con 45 yardas, pero la presencia de Marshawn Lynch sin tener los grandes números fue factor con un touchdown.
Hay que mencionar que en las últimas semanas Seattle perdió a todos sus corredores estelares: Chris Carson, Brad Penny y C.J. Prosise, que ganaron casi 1,700 yardas en el año quedaron en la lista de lesionados.
Sin embargo, Pete Carroll encontró las piezas para tener el ataque por tierra suficiente ante unas Águilas de Filadelfia que también fueron un hospital toda la campaña.
El mejor ejemplo del tema que tratamos hoy es Tennessee, que el sábado tuvo en Derrick Henry a la gran bujía para dar la campanada y ganar en Foxboro a los campeones Patriotas de Nueva Inglaterra.
El que fuera gran estrella de Alabama y que cumple apenas su cuarto año en la liga hizo pedazos a la defensiva de Bill Bellichick con 182 yardas y una anotación, lo que provocó que los Titanes dieran un gran golpe en una de las aduanas más complicadas de la liga.
Henry, por cierto, fue el líder corredor de la liga con 1,540 yardas y 16 touchdowns por lo que no fue una casualidad lo que vimos el sábado.
Hablando de las ofensivas aéreas el único quarterback que superó las 300 yardas fue Russell Wilson y en el caso de Jake Tannehill con Tennessee apenas completó 8 pases para 72 yardas.
Para el próximo fin de semana cuando entran en acción los mejores equipos de la campaña esperamos ver más de este estilo de juego, sobre todo con los Cuervos de Baltimore que tuvieron dos corredores de mil yardas, su quarterback Lamar Jackson y Mark Ingram.
También San Francisco tuvo su tercia espectacular de corredores Raheem Mostert, Matt Breida y Tevin Coleman que rondaron las dos mil yardas por tierra e inclusive Green Bay con Aaron Jones que tuvo su primer año de mil yardas y 16 anotaciones (19 en total con sus tres pases de touchdown).
El único equipo que parece no dependerá de ese estilo de juego es Kansas City pero ya veremos qué trae preparado el coach Andy Reid.
Por como se ven las cosas en la postemporada, los que lleguen a Miami el 2 de febrero parece que lo harán corriendo el balón.