Con un estilo y una metodología de trabajo que han levantado polémicas, Juan Carlos Osorio y la Selección Nacional están cumpliendo con el objetivo más importante, que es calificar al Mundial de Rusia sin el sufrimiento de las dos eliminatorias anteriores.Su mayor fracaso hasta ahora, y su gran deuda, es el desempeño del Tricolor en la Copa América Centenario, donde había condiciones propicias para que México llegara a la Final. Por ello la importancia que adquiere en la Copa Confederaciones y la Copa Oro. Son dos oportunidades para tener una revancha.En Rusia, además de conocer lo que vivirán dentro de un año en el Mundial, como el clima, los estadios y la logística, significa también la posibilidad de volver a enfrentar a Chile, de demostrar que lo sucedido aquélla tarde del 19 de junio de 2016 fue un accidente, pero también de confirmar que el sistema de nuestro equipo nacional tiene muchas deficiencias. Para tener esta revancha es necesario que México clasifique a semifinales por lo menos, lo que ya significaría un papel decoroso para el Tricolor.En la Copa Oro es la posibilidad del técnico nacional para levantar un trofeo pese a que aún no sabemos qué jugadores estarán en la lista final del torneo, ya que podrían aparecer nombres de futbolistas que no están concentrados en este momento en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación, pero cuyos nombres sí están incluidos en la convocatoria preliminar de cuarenta elementos entregada a Concacaf hace algunos días. Esa duda se despejará hasta el día 27, cuando sabremos también si la Selección avanzó o no en Confederaciones y, por ende, si aumentó o no la presión para el grupo.Por cierto, esa lista final de 23 jugadores puede modificarse al final de la fase de grupos de la Copa Oro. En un hecho insólito, la Concacaf ha autorizado que las selecciones clasificadas a cuartos de final cambien hasta seis jugadores de la plantilla, en la edición anterior el número máximo eran tres y Estados Unidos aprovechó esa situación. Quedó establecido en el artículo 15 del reglamento.Ese mismo documento, en el artículo 5, inciso B, prohíbe que las Federaciones participantes se refieran a su selección como un cuadro inferior en caso de no llevar a los jugadores habitualmente convocados, de no cumplir con esto, las asociaciones renunciarían a parte o a la totalidad del premio económico por disputar el torneo. Por ello, por más que insistamos los medios de comunicación en preguntar a jugadores y cuerpo técnico, nadie lo va a aceptar.Sería un grave error no formar un cuadro competitivo para la Copa Oro, no sólo por el tema motivacional para la Selección. Tampoco olvidemos que se disputa el trofeo y medio boleto para la Copa Confederaciones del 2021.
Por:
Javier Rojas.
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Javier Rojas
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