El fenómeno generado por Oribe Peralta, Chivas y América en los últimos tres días, es una clara muestra de lo que puede levantar este tipo de transferencias en la Liga MX, más allá del amor o no a la camiseta, lo que se debe tener muy presente es que en el futbol moderno el romanticismo, simplemente es cosa del pasado.La globalización que actualmente es parte de la industria en México y en todo el orbe del futbol, es la que marca en muchas ocasiones los pasos a seguir, y más cuando un club en este caso como Guadalajara, no sólo busca reforzar su equipo, sino dar un golpe mediático que contribuya a alimentar las esperanzas de cambio ante los ojos de sus aficionados.Todo esto basado en el pasado reciente de una de las instituciones más populares del balompié del país, la cual ha vivido inmersa en una crisis de resultados y credibilidad, con una pesada loza como estar fuera de una Liguilla desde hace cuatro torneos, tras ganar el Torneo Clausura 2017.En Chivas saben que, de cara al futuro inmediato, era el momento de traer a sus filas a un personaje como Oribe Peralta, que más allá de sus logros en su pasado reciente con el archirrival deportivo como el América, requerían a un hombre que ha forjado su carácter dentro y fuera de las canchas con esfuerzo, trabajo y coraje.Nadie puede dudar del temperamento y entrega de un personaje como el mismo Peralta, quien nunca ha renunciado a sus retos, por el contrario, se trata de uno de esos casos de lucha y perseverancia, pero con una sólida estructura en todos los aspectos que lo convierten en un líder.Peralta jugará un papel fundamental en el proyecto del técnico Tomás Boy, desde luego en el aspecto futbolístico, pero también para cubrir las necesidades para motivar al grupo, con un tipo de carácter que inyecte poderío a sus compañeros dentro del vestidor, ese líder que no de nada por perdido, y ayude a devolver esa grandeza que parece perdida en el Rebaño.Quizá ahí sea donde más pueda hacerse sentir un jugador con la trayectoria y peso de Oribe Peralta, quien en los últimos meses se tuvo que resignar a pasar más tiempo en la banca con las Águilas, pero también a ser un elemento determinante cada vez que era requerido.Los románticos del futbol podrán juzgar y crucificar esta contratación, pero tampoco es para desgarrarse el alma, porque viene del rival deportivo más odiado, los tiempos han cambiado, y lo que realmente se debería cuestionar, es si Oribe Peralta será esa solución deportiva que requiere el cuadro tapatío en estos momentos.  FC JUÁREZ QUIERE DEPOSITAREl dinero por la compra del certificado de afiliación de Lobos BUAP, pero llevan varios días pidiendo el número de cuenta a las autoridades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, pero se han topado con una constante negativa, ya que la intención es dejar que el tiempo corra y tratar de evitar que esta operación se cierre o concrete.