Enojos, frustración y desilusión son parte una vez más de la Máquina de Cruz Azul, que van más allá de los campos de La Noria, pero al interior parecen no tener mayor repercusión, pese a la realidad que atraviesan en el Torneo Clausura 2018, con un solo triunfo y sumidos en el lugar 15 de la clasificación general.
La autocrítica a conciencia suele ser un camino adecuado para replantear las cosas que se hacen bien o mal, pero no basta con auto culparse o tratar de ser el escudo perfecto de sus propios errores y menos cuando el patrón de conducta, o en este caso de resultados, sigue siendo el mismo con algún corto periodo más tranquilo en la era de Paco Jémez.
Lo que llama la atención en el naciente ciclo del portugués Pedro Caixinha es que las cosas que se pudieron construir meses atrás se están derrumbando poco a poco, dando la impresión de que sus cimientos no eran sólidos, ni resistentes, o que simplemente se trataba de una cortina de humo.
Para tratar de mitigar o poner un alto a las críticas, apareció el director deportivo de los Celestes, Eduardo de la Torre Menchaca, quien hasta donde se supone, es el autor intelectual del proyecto, para defender lo que desde su punto de vista dará los resultados deseados, pero advirtiendo que todo llegará a su debido tiempo. “No sé si sean los peores números, pero lo que te puedo decir es que este no es un proyecto que depende del resultado de este fin de semana y de lo que ocurra en el torneo. Creemos en la capacidad del cuerpo técnico, estamos muy confiados y seguros que vamos a levantar”, comentó el dirigente.
Una postura para reflexionar profundamente, pero también para poner en la balanza si es necesario volver a remover la estructura del club y buscar otras alternativas más eficientes de acuerdo a las necesidades de uno de los cuatro clubes más populares del futbol mexicano.
SE ENCIENDEN
Las alarmas en el futbol mexicano con una declaración que revivió el técnico de la Selección Nacional, Juan Carlos Osorio, respecto a que habría rechazado la posibilidad de extender su relación laboral con la Federación Mexicana de Futbol (FMF), tras la Copa del Mundo de Rusia 2018.
Esa postura la hizo pública desde noviembre pasado el estratega colombiano, quien sabe que debe esperar hasta que concluya la justa mundialista, y tomar una decisión dependiendo de los resultados que logre alcanzar, porque más allá del interés de la cúpula de la FMF por retenerlo, él tiene otros objetivos y ofertas.