El australiano Nick Kyrgios no solo tiene la capacidad de polarizar a los aficionados de un apasionante deporte como el tenis, cargado de formalismos, cuestiones de etiqueta y pequeños detalles que dicen mucho en la cancha sino también de generar odiadores y adeptos.
Nick Kyrgios es la locura y el esplendor en una cancha de tenis
El polémico tenista australiano ama el basquetbol y defenderá su corona en el Abierto Mexicano.
Kyrgios es el campeón defensor del Abierto Mexicano de Tenis y está de regreso para defender su corona en Acapulco, y en efecto, con sus acciones, desde inesperados y mágicos tiros hasta saques cortos y aspavientos que desesperan a los rivales, se gana abucheos y aplausos desenfrenados.
Ese es Kyrgios, también apodado como el 'Chico Malo' del tenis, un genio que nos remite a pensar en el título de la novela de Robert Louis Stevenson, El famoso caso del Dr. Jeykill y Mr. Hyde, el bien contra el mal en una sola persona, la magia y la locura combinándose de manera asimétrica en una cancha de tenis. Inesperado, pero con un encanto sin parangón.
Con Rafael Nadal ha desarrollado una rivalidad deportiva que ha acumulado capítulos interesantes, varios de ellos precisamente en Acapulco, haciendo todavía más calientes las ya de por sí acaloradas jornadas del AMT. Aunque el más reciente en el Abierto de Australia de este mismo año.
Pero incluso uno de sus más grandes 'detractores', como el propio Rafa, admite que si Kyrgios no fuera como esas criaturas de la película de Los Gremlins que al ser tocadas por el agua se convirten en monstruos, el australiano sería un tenista bestial, descomunal, a veces invencible. Quizás esa espontaneidad, esa locura exacerbada lo harían ser como el resto.
Entrenando con los niños locales en la jornada previa a su debut este martes, Kyrgios, de prominente y notorio apellido griego, posaba con un jersey del astro de los Milwaukee Bucks, Giannis Antetokounmpo y calzaba unos tenis de la marca Jordan. Es sin duda un basquetbolista disfrazado de tenista.
Luego de la muerte de Kobe Bryant, Kyrgios usó en el Abierto de Australia un jersey del astro de Los Angeles Lakers con el número '8' para hacer su calentamiento el pasado 27 de enero, pero no es casualidad su nexo con el basquetbol.
El año pasado en Acapulco en el día previo a su presentación, Kyrgios utilizó un jersey del Miami Heat alusivo a Dwyane Wade, es decir, no es solo que mida 1,93 y que pueda jugar como tirador o como movedor con ese tamaño, es que antes de dedicarse profesionalmente al tenis jugó al basquetbol de alto nivel en su país.
Todos estos rasgos forman el crisol de su personalidad, de su manera de ser tan polémica pero, que si bien es cierto, a muchos exaspera, a otros gusta y causa un sentido de identidad por su rebeldía.
Kyrgios es un genio incomprendido quizás, un loco, un rebelde, irreverente, un apasionado y también puede etiquetársele de controversial, y ninguno de estos adjetivos le queda holgado ni apretado, pero lo que nadie puede negar es que el australiano, guste o no, es un entretenedor nato y para muchos eso basta y sobra para admirarlo.