NUEVA YORK, Estados Unidos, Sep. 11, 2016.- Colosal y resuelto en los momentos decisivos, Stanislas Wawrinka es un tenista que no sabe perder finales de Grand Slam.
Wawrinka, campeón del US Open
Stanislas Wawrinka conquista el Abierto de los Estados Unidos tras vencer en cuatro sets al número uno Novak Djokovic
Wawrinka, el suizo que esperó rozar su tercera década para dar el salto de calidad y enfrentar a la élite, conquistó su primer título del Abierto de Estados Unidos tras vencer el domingo en cuatro sets al número uno Novak Djokovic.
El tercer preclasificado se recuperó tras ceder el primer set en un desempate y acabó imponiéndose 6-7 (1), 6-4, 7-5, 6-3 para conquistar su tercera corona de Grand Slam.
A sus 31 años y cinco meses, Wawrinka se convirtió en el campeón más veterano del US Open desde que Ken Rosewall (35 años y 10 meses) se alzó con el título en 1970.
"No tengo idea alguna de lo que está pasando", dijo Wawrinka al recibir el trofeo de campeón en la pista del estadio Arthur Ashe. "He jugado demasiado tenis durante las últimas dos semanas. Estoy totalmente vacío".
Wawrinka quedó con marca de 3-0 de por vida en su carrera en finales de torneos de Grand Slam, incluyendo una victoria sobre el serbio Djokovic en la final del Abierto de Francia el año pasado.
También se alzó con el título del Abierto de Australia en 2014 y mantiene una racha de 11 victorias en finales en el circuito. Solo le falta Wimbledon para completar la colección de títulos en las grandes citas, algo que Djokovic consiguió recién en junio al coronarse en Francia, en su 20ma final en un Slam.
¿Cómo ha hecho Wawrinka para convertirse en un jugador que no parpadea en partidos tan trascendentales?
Puro trabajo fuerte que recibió recompensa cuando tenía 28 años, con aquella victoria sobre Rafael Nadal en la final de Australia.
"Siempre he buscado dar todo lo mejor de mí", sintetizó Wawrinka.
Fue lo que precisamente hizo en un atardecer de verano en Nueva York.
Su clásico gesto es apuntar un dedo hacia la sien. Según dice, el origen del mismo obedece a que ahora más que nunca ha asimilado el concepto --transmitido por su entrenador Magnus Norman -- de que está preparado para luchar y sufrir en la cancha.
"Fue más fuerte mentalmente, supo qué hacer en los momentos clave", reconoció Djokovic, quien se fue desdibujando con el transcurso del partido, a menudo mirando hacia su entrenador Boris Becker en busca de algún tipo de solución.
Falto de chispa, el campeón vigente del torneo dejó escapar una friolera de oportunidades para romper el servicio de su adversario. El año pasado, cuando Djokovic venció a Roger Federer en cuatro sets, el suizo solo aprovechó cuatro de 23 bolas de quiebre. Ahora, se voltearon los papeles para Djokovic, quien apenas convirtió tres de 17.
Tras arrancar perdiendo 3-0 en la primera manga, Wawrinka reaccionó y forzó un desempate en el que Djokovic se llevó los últimos cinco puntos.
Wawrinka sentenció los siguientes dos sets con quiebres de servicio. Otra ruptura de saque le encaminó a una ventaja inicial en el cuarto parcial. En algo que no es común, Djokovic recibió tratamiento cuando no correspondía el cambio de lado. Se sacó las dos zapatillas y las medias para que el kinisiélogo le atendiese por lo que luego el serbio describió como molestias en las uñas.
A Wawrinka no le gustó para nada esperar seis minutos, y Djokovic tuvo que ofrecerle disculpas. En todo caso, el rumbo del partido estaba cantado, definiéndose con el segundo match point del suizo, gracias a una devolución larga de Djokovic.
Pese a que Djokovic había pasado la mitad de tiempo en la cancha durante el torneo, con 8 horas y 58 minutos en 13 sets completos, contra 17 horas y 54 minutos en 23 sets de Wawrinka, fue el suizo quien evidenció más vigor y resto físico.
Rumbo al título en Flushing Meadows, Wawrinka debió levantar una bola de match point en un desempate de su partido de tercera ronda ante el británico Don Evans, duelo que ganó en cinco sets.
Y aquí está, campeón otra vez, venciendo al número uno del mundo en cada una de las tres finales de Slam que ha ganado. Quizás el nombre de Wawrinka debe proponerse para un reconfigurado club de los "Cuatro Grandes", como nuevo socio de Federer, Nadal, Djokovic y Andy Murray.
"Eres un gran campeón, una gran persona. Gracias a tí, puedo estar aquí hoy", dijo Wawrinka.