Ni los fanáticos más optimistas imaginaron lo que sucedería dentro y fuera del octágono en la velada UFC 229. Khabib Nurmagomedov hizo lo que quiso con Conor McGregor, quien también tuvo sus episodios en el centro de la jaula, pero que terminó rindiéndose ante el todopoderoso monarca mundial ligero.
¡Batalla campal! Nurmagomedov derrotó a McGregor, enloqueció y armó trifulca en la tribuna
El ruso necesitó cuatro episodios para que McGregor se rindiera tras una llave mortal. Lo que sucedió después sólo se ve en las películas de acción: Khabib y su equipo armaron una trifulca en todo el recinto.
A Nurmagomedov le tomó cuatro episodios para ejecutar su plan de pelea. Desde el primer round, el ruso dejó muy en claro que buscaría el derribo y tomar ventaja de su excelente pelea en el piso que le ha garantizado el invicto durante toda su carrera.
Pero el ruso también supo contrarrestar la velocidad y el contragolpeo de McGregor, quien se vio sorprendido en la segunda ronda con un demoledor volado de derecha del campeón. Si el irlandés no quedó "fumigado" fue gracias a su gran preparación física que le permitió seguir peleando.
Para el cuarto round, el primero de campeonato, Nurmagomedov aumentó la presión de pie y sobre la lona, hasta que la gran capacidad técnica del ruso le ayudó a aplicar una llave por detrás que dejó sin aire a McGregor. Segundos después, el irlandés se rindió, tal y como Khabib lo predijo en la primera conferencia de prensa.
Lo que sucedió después selló una noche histórica para las artes marciales mixtas.
Luego de ganar, Nurmagomedov enloqueció, no hay otra forma de describirlo. El ruso se acercó a McGregor como si no hubiera tenido suficiente con la victoria. Momentos después saltó fuera del octágono y se fue a golpes sobre Dillon Danis, no antes sin haberlo amenazado y señalado.
El equipo de Khabib saltó al zafarrancho que se formó en las gradas y, segundos después, la bronca se traslado a una sección de la jaula, donde un hombre de playera roja saltó las rejas y atacó por detrás a McGregor, quien respondió con golpes a diestra y siniestra.
Tras el regreso de la calma, Nurmagomedov fue escoltado a los vestidores por varios policías y sin haber recibido su cinturón en el centro del octágono.
Así es como se vivió la noche más desquiciada, quizás, de toda la historia de UFC. Nurmagomedov sigue invicto y luce más indestructible que nunca. ¿Qué sucedera con el conflicto? Probablemente habrá sanciones para todos los involucrados. ¿Los ganadores? Los fanáticos.