Saúl 'Canelo' Álvarez enfrentará a John Ryder en un combate muy esperado, el cual que se llevará a cabo en el Estadio Akron de Guadalajara, pero la carrera del mexicano no sería la misma sin la ayuda de su entrenador de toda la vida, Eddy Reynoso.
El misterio detrás de la relación de Canelo Álvarez con su entrenador, Eddy Reynoso
El campeón mexicano reveló cómo fue el momento en el que se conocieron con su preparador cuando apenas tenía 14 años.
En una entrevista con Graham Bensinger, Canelo y 'Chepo' Reynoso revelaron la anécdota de cuando se conocieron y la gran relación que han tenido desde entonces.
El tapatío recordó que tenía solo 14 años de edad y fue su hermano Rigoberto, quien lo entrenó en sus primeros combates y en su transición al profesionalismo, el que buscó a ‘Chepo’ Reynoso para que aprovechará todo el talento de Saúl.
"Cuando yo inicié entrenaba con mi hermano Rigo en su cochera, un día mi hermano Rigo dice 'ya no te puedo entrenar, tienes la capacidad de aprender muy rápido y yo no sé entrenarte'. Vamos a una pelea amateur y ahí estaba 'Chepo' Reynoso, él le dice 'está muy grande con el que va a pelear tu hermano' y mi hermano le dice 'espérese a ver lo que va a pasar'. Peleo y lo noqueo en el segundo round y así conocí a 'Chepo'", recordó el Canelo.
"Tenía como unos 30 o 35 años y yo tenía 14 años. Nací para esto", agregó el campeón tapatío, quien también dejó claro que su hermano mayor Rigoberto, quien le regaló sus primeros guantes fue su gran inspiración para entrar en el mundo del boxeo.
Chepo Reynoso también contó lo que le dijo Rigoberto cuando les presentó a su hermano: “Yo sé que ustedes son buenos y quiero que lo hagan campeón mundial y…al final ahí está el resultado", manifestó el Chepo.
Finalmente, Reynoso también reveló que Canelo aprendía a sus 14 años de edad “el doble de rápido que otros” peleadores, pues lo considera un “genio para el boxeo, ya que hace fácil lo que otros no podían hacer” y como mejor recuerdo de lo que han vivido juntos destacó que fue cuando lo dijo que iba a debutar como profesional, por “la alegría en sus ojos” al darle la noticia.