La controversial imposición de visados en el 2009 para ciudadanos mexicanos en Canadá por el entonces primer ministro conservador Stephen Harper no fue sino uno de muchos signos del malestar del país de la “Hoja de Maple” con México.
Trump es la excusa que Canadá esperaba para deshacerse de México en el Mundial
Con la expansión a 48 selecciones se daba por seguro que Canadá, Estados Unidos y México serían la sede tripartita de la Copa del Mundo del 2026.
Aunque Justin Trudeau quitó el requisito de visas tan pronto sucedió a Harper en Ottawa, el gobierno canadiense continuó su política “poco mexicana” anunciando que negociaría por su cuenta, de modo bilateral, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el gobierno de Donald Trump.
¿Y qué tiene que ver esto con el fútbol y con el Mundial 2026? Que tras el escándalo de corrupción en la FIFA, el nuevo presidente de la Concacaf en la era después de Jack Warner (y su cómplice Jeffrey Webb) es canadiense: Víctor Montagliani.
Montagliani ha declarado reiteradamente que su intención es acabar con el sistema eliminatorio actual en la Confederación, el cual según él es injusto con selecciones como la misma Canadá , y favorece desmesuradamente a México que calificó al 2014 mediante un repechaje contra Nueva Zelanda. Mientras la selección canadiense puede pasar inactiva dos años sin juegos oficiales de eliminatoria mundialista, “El Tri” recibe boletos prácticamente automáticos a Copas Oro y Hexagonales.
El nuevo mandamás del balompié del área podría aprovecharse de lo muy poco diplomático que se ha mostrado Trump para con México firmando órdenes ejecutivas para alzar un muro de más de tres mil kilómetros de longitud y para contratar a cinco mil oficiales de inmigración estadounidenses.
Como muchos observadores del ajedrez político de la FIFA han señalado, la expansión a 48 selecciones que entrará en vigor con el Mundial 2026 implica que solamente naciones ricas podrán ser las organizadoras: se precisarían al menos 12 ciudades sedes con infraestructura de primer mundo.
Estados Unidos las tiene, pero Canadá podría aportar tres sedes ahí donde cuenta con franquicias de la MLS: Vancouver, Toronto y Montreal. De este modo, el sueño de una edición “tripartita” entre los países de América del Norte se esfumaría tan pronto como Justin Trudeau y Donald Trump comiencen a negociar a espaldas de México el fin del TLC o NAFTA por sus siglas en inglés.
Así pues la nueva administración en Washington es la excusa perfecta para que el futbol canadiense entre en escena a costa de marginar a México como un posible anfitrión del Mundial 2026. Si Trump es una crisis, y las crisis generan oportunidades, Víctor Montagliani estaría aprovechando muy bien la suya.