CIUDAD DE MÉXICO.- Al final no fue Ángel Mena, sino un casi desconocido en el mundo del deporte mexicano quien pasará a la historia como el último anotador del Estadio Azul.
Guillermo Villalobos: el último anotador del Estadio Azul
El Tazón México III cerró la vida deportiva del Estadio Azul y el último hombre en anotar en su cancha fue Guillermo Villalobos, de los Mexicas de la LFA.
Guillermo Villalobos ni siquiera había nacido cuando se jugó por última vez un partido de fútbol americano antes de esta tarde, pero con sus dos touchdowns fue el hombre clave junto al quarterback Ricardo Quintana para darle la victoria a los Mexicas 17-0 sobre los Raptors en el Tazón México III y, con ello, el título de la Liga Profesional de Fútbol Americano (LFA) del país.
"Es una emoción que no se puede explicar cerrar este hermoso estadio con una anotación", expresó Villalobos al final del partido. "Jamás nos imaginamos que la gente iba a responder así, esperemos que esto guste y siga año con año, que la gente se siga acercando a este proyecto y seguir creciendo."
El entonces llamado Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes se inauguró el 6 de octubre de 1946 con un partido de fútbol americano estudiantil entre los Pumas de la UNAM y los Aguiluchos del Colegio Militar.
El destino quiso que el último evento deportivo del Azul, salvo que ocurra un milagro con el Cruz Azul en la última jornada del Clausura 2018, fuera también un partido de fútbol americano, deporte que se dejó de prácticar en 1990 en este recinto, cuando se llamaba Estadio Azulgrana.
Los dos pases de Quintana a VIllalobos en el segundo cuarto complementaron un pulcrísimo trabajo defensivo diseñado por el coach Rafael Duk y su staff para también pasar a la historia como el último entrenador que levanta un trofeo de campeón en este estadio.
"Sabíamos que era una Final difícil, una ofensiva muy explosiva, planteamos un buen esquema, los dejamos en cero y ellos tienen mucho miedo de nuestros receptores, aprovechamos todas las zonas cortas que nos regalaron y al tener dos hombres desperdiciados allá atrás nos regalaron estábamos jugando contra nueve hombres", explicó Duk sobre la estrategia para el partido.
La lluvia amenazó desde el inicio del tercer cuarto y, como si estuviera previsto en un guión, gotas empezaron a caer sobre la colonia Nochebuena cuando faltaban dos minutos para terminar el partido. La Ciudad de México le lloró también a uno de sus más grandes íconos deportivos, tal como en la tarde previa lo hicieron los fanáticos de Cruz Azul. El recinto deportivo más antiguo que queda y que está previsto convertirse en un centro comercial.
El Azul se retira con un campeón del deporte para el que fue creado.