La vida después de Tom Brady para los Patriots se llama... ¡¿Nick Foles?!
Aunque Tom Brady planea jugar al menos un año más en la NFL, es momento de buscar a su relevo como QB de New England y el MVP del Super Bowl puede encajar en el perfil.
Sí, Tom Brady dijo que no se retira y que espera regresar en septiembre de 2018 a jugar, pero… ¿cuánto tiempo le queda en la NFL? ¿Hasta cuándo este súper atleta podrá vencer al “Padre Tiempo” y a la “Madre Naturaleza”?
Más aún: ¿están listos los New England Patriots para el momento en el que no se encuentre en su roster, con el número 12, Tom Brady?
Hasta hace unos meses la respuesta parecía sencilla: Jimmy Garoppolo había dado ya señales de que podía con el paquete, especialmente cuando fue exigido a jugar por la suspensión que enfrentó Brady en 2016 por el ‘Deflategate’. Sin embargo, "Jimmy G" fue enviado a los San Francisco 49ers a media temporada, donde causó sensación por levantar al que era el segundo peor equipo de la liga para que cerrara el año con cinco victorias consecutivas.
Así que, cerrada la opción de Garoppolo como sucesor, ¿quién está llamado a ser el siguiente quarterback de los Patriots y qué expectativas puede tener?
En la transacción de Garoppolo, Brian Hoyer fue enviado de San Francisco a New England para quedar como suplente. La afición de los Patriots no me dejará mentir si digo que rezaban por la salud de su quarterback, pues Hoyer tuvo un rendimiento muy pobre como titular de los 49ers. Así que sería realmente una sorpresa que apostaran por él para quedarse con el lugar de Brady a su retiro.
A los Patriots les urge tomar un quarterback que sea el suplente en 2018 y que empiece a ser moldeado por su estrella. Con Garoppolo quedó claro que la “escuela Brady” funciona: bastó verlo en la banca de los 49ers para observar las mismas conductas e interacciones con sus compañeros que tiene Brady con los suyos, y no digamos su eficacia en el campo de juego.
El problema es que puede ser que solo le quede un año en la liga y no le dé tiempo de formar a alguien desde cero. Tom Brady ganó con justicia el premio al MVP de 2017, pero en el Super Bowl vimos, en medio de su indebatible efectividad, que al ser presionado y obligado a salir de la bolsa de protección se notó el paso del tiempo. Brady a sus 40 años ya no corre como antes.
Así que seguramente New England tendrá que abrir la cartera para contratar a un quarterback que acepte ser suplente de Brady y que además tenga el potencial de cargar sobre sus hombros con el peso de ser el líder del mejor equipo del siglo.
¿Les parece… Nick Foles?
Foles, pese a ser el MVP del Super Bowl, tiene muy pocas posibilidades de permanecer como titular de los Eagles cuando Carson Wentz se reestablezca de su lesión, pues en Philadelphia hubo una clara apuesta por él desde que fue seleccionado en el Draft de 2016 y su rendimiento fue altísimo antes de su lesión.
Con 29 años de edad, Foles fue la “cenicienta” ideal para la historia de los nuevos campeones de la NFL, pero seguramente quedará en eso. La gerencia general de los Eagles ya admitió que hay una alta posibilidad de que quieran canjearlo en la pretemporada por una suma fuerte de dinero y una adquisición así por los Patriots llevaría el sello Belichick, tal como lo hizo con James Harrison: “ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca” o, visto de una manera más amable, “si no pudiste con ellos, únelos a ti”.
Foles demostró que es capaz de guiar a un equipo competitivo y de lidiar con la presión de partidos decisivos. Todo suena muy fácil hasta ahora, pero hay dos preguntas por hacerse:
1. ¿Foles estaría dispuesto a volver a ser suplente después de ser MVP de un Super Bowl?
2. ¿Los Patriots podrían erogar el sueldo de dos quarterbacks estelares y manejar su tope salarial con éxito?
Y les paso una de pilón:
3. ¿Aceptaría Tom Brady bajarse el sueldo con tal de asegurar, en la mayor medida posible, la dinastía de los Patriots sin él?
Porque, si bien New England perderá a su estrella eventualmente, pueden contar todavía por varios años más con su cerebro, con el coach Bill Belichick, ese hombre capaz de convertir a una selección global 199 del Draft en un pentacampeón de Super Bowl y de armar un ejército temible a su alrededor con desechos de otros equipos.
Porque, si bien es legítima la preocupación de los fans patriotas por la edad de su quarterback, pueden estar tranquilos mientras Belichick decida continuar y seguir explotando hasta la última gota de potencial de sus jugadores.
Y conste que este es solo un ejercicio de análisis, pero que tire la primera piedra el primer fan de los Pats al que no le gustaría ver a Nick Foles al frente de la ofensiva.