Jennifer Sosa tenía apenas nueve años cuando vio cómo el fuego consumía su casa en Nueva York y el esfuerzo de años de sus padres que dejaron Uruguay para encontrar una mejor vida en Estados Unidos.
Jennifer Sosa, la arquera uruguaya de 14 años que juega el Mundial Femenil Sub-17
A pesar de no haber nacido en Uruguay, Sosa se ganó el puesto titular del seleccionado charrúa tras superar las adversidades como hija de migrantes en los Estados Unidos.
“Estábamos por acostarnos a dormir y vimos humo por debajo de una puerta. La casa se estaba prendiendo fuego y no tuvimos tiempo de hacer nada”, rememora Sosa en entrevista para FIFA.com.
La catástrofe obligó a Sosa y su familia a vivir en un albergue en el que por fortuna solo permanecieron seis meses. Después de superar esta difícil estapa, el fútbol y la futura arquera se encontraron un día común y corriente cuando su padre la llevó al parque a jugar.
“Mi papá me llevaba a jugar para distraerme. Un día empezó a pelotearme, atajé bien y al llegar a casa le dijo a mi mamá que yo tenía condiciones para el arco”, recuerda Sosa, quien después de ese día cargó con un balón a todos lados.
Ahora, Jennifer Sosa, quien asegura practicó y memorizó una y otra vez el himno nacional de Uruguay para cuando tuviera que entonarlo como jugadora, está encargada de defender el arco en el Mundial Femenil Sub-17 celebrado en Uruguay con apenas 14 años.
Aunque su debut ante Ghana no fue el ideal, pues los charrúas cayeron por marcador de 0-5 y Jennifer Sosa tuvo que salir al minuto 36 tras un fuerte choque con una rival, la miembro más joven de la selección local sueña con alcanzar el trofeo "y ayudar a resaltar el fútbol femenil".