Hay cosas que no cambian a pesar de la llegada de un nuevo año. El invicto del Manchester City y su liderato indiscutido –y casi aburrido- en la Premier League son algunas de ellas. El equipo de Guardiola había cerrado el 2017 con un soso empate ante el Crystal Palace, que lo dejó sin récord europeo y con algunas dudas, pequeñitas, pero dudas al fin.
Año nuevo, líder viejo: el City le ganó 3-1 al Watford y sigue mandando en la Premier League
Después del empate ante el Crystal Palace con el que cerró el 2017, el equipo de Guardiola despejó las pequeñas dudas con otra actuación convincente que lo mantiene a 15 unidades del segundo, el Manchester United.
Sin embargo, en el inicio de este 2018 y ante el Watford, el City volvió a ser lo que fue durante toda esta temporada: una máquina de fútbol y una trituradora de rivales. Tardó apenas un minuto en despejar esas minúsculas incógnitas que le abrió el Crystal Palace, el tiempo que necesitó Leroy Sané para volar por la izquierda, desbordar y enviar un centro que Raheem Sterling transformó en el veloz 1-0 con un zurdazo dentro del área. Así de fácil es todo para este City.
Hablando de facilidades, a los 4 minutos Sané calcó su acción y asistió a John Stones, pero el defensa puso en órbita la pelota. Y a los 13 minutos llegó el 2-0, con un autogol de Christian Kabasele, quien quiso evitar que Agüero definiera tras otro centro envenenado, esta vez desde la derecha, que se clavaba en el corazón del área. Aquí mismo se podría terminar esta crónica, porque ya no había partido posible para el Watford, pero hubo más acciones.
El Watford, a pesar de ir dos goles abajo, continuó parado de contraataque durante toda la primera parte. Aunque suene ilógico y hasta timorato, la verdad es que no pudo hacer otra cosa, porque los Citizens eran dueños absolutos de la pelota y la movían de aquí para allá con facilidad y hasta gracia.
Agazapado, el Watford tuvo algunas ocasiones para descontar siendo la más clara un mano a mano de Andre Gray que salvó el portero De Moraes. Del otro lado no se quedaron atrás: De Bruyne envió un tiro libre al travesaño y el 'Kun' Agüero tuvo en sus pies, dos veces, la chance de aumentar. Una fue de anticipo dentro del área y otra con un tiro a colocar, pero al argentino le faltó tiza en su botín.
El complemento fue más de lo mismo, con el City monopolizando el balón y con el Watford rezando para acertar una contra. El 3-0 iba a caer en cualquier momento y de nuevo Agüero fue el responsable de que no llegara a los dos minutos de ese segundo tiempo, cuando erró por mucho un cabezazo a metros del arco. De todas maneras, Heurelho Gomes le regalaría al 'Kun' ese gol esquivo. A los 62 minutos el portero del Watford cortó un centro bajo dejando el rebote casi en el pie derecho del delantero. Ahora sí, el 3-0 había llegado. La pregunta era si habría más goles. Y hubo, pero del que no se esperaba, el Watford, porque parecía que ni con 15 podía lastimar a su rival. Lo hizo a los 82, cuando Gray conectó debajo del arco un centro desde la izquierda de André Carrillo.
El descuento no inyectó demasiados ánimos al Watford, pero al menos hizo que abandonara por unos minutos su postura conservadora y dejara de apostar solo al contragolpe. Adelantó líneas para generar algo más de peligro, aunque lo hizo como pidiendo permiso, temiendo el cuarto gol del City, que permanecía en un estado de letargo voluntario.
El City ganó, gustó, apabulló, se floreó, sumó su victoria número 20 en 22 juegos y demostró que la diferencia de 15 puntos que le sigue llevando al segundo no es casualidad sino causalidad. Ah, ese escolta es nada menos que el Manchester United, al menos hasta que mañana juegue el Chelsea.