La primera Liga profesional de fútbol femenino de Argentina fue presentada este sábado con 16 equipos, luego de que hizo eclosión la lucha feminista, en el año del Mundial de Francia.
Argentina celebra la profesionalización del fútbol femenino
Serán 16 clubes los que formarán la competencia y deberán contar con al menos 8 jugadoras asalariadas, así como otorgarles seguridad social.

"Que sea el puntapié inicial para que en el desarrollo general del fútbol femenino nos dé la posibilidad de seguir creciendo en lo profesional y en lo deportivo, ya que Argentina necesita recuperar los lugares representativos a nivel mundial", dijo el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia.
La nación pampera es el segunda de Sudamérica en incorporar al fútbol femenino en la categoría profesional, solo después de Colombia.
El acuerdo firmado por Tapia y Sergio Marchi, obliga a los 16 clubes que se incorporan a tener al menos 8 jugadoras asalariadas, para lo cual la AFA aportará poco menos de 3 mil dólares mensuales a cada institución para un total de 562 mil dólares.
Los sueldos básicos para las mujeres de la primera división serán equivalentes a los que cobran los jugadores varones de la Primera C (cuarta división), de unos 365 dólares, poco más que el salario mínimo legal.
Los clubes tienen 60 días a partir de este sábado para celebrar los contratos con vigencia hasta junio de 2020. En las siguientes temporadas deberán tener un mínimo de un año de vigencia y máximo de 5 años, además de que las jugadoras contarán con seguro médico.
"Estos son las bases, el inicio. Tiene un enorme potencial. Es una estación de un largo recorrido, es como subir bajar la montaña todos los días", reconoció Marchi, de Futbolistas Agremiados (FAA).
La liga femenina es una conquista para las jugadoras que vienen batallando contra obstáculos y discriminaciones, aunque habrá que ver el desarrollo a largo plazo.
Para llegar a esto fue clave la demanda de una jugadora, Macarena Sánchez. Separada en enero pasado del plantel del UAI Urquiza, donde jugaba, reclamó legalmente que se le reconozca la relación laboral. Su causa se hizo viral y tuvo un eco importante en el balompié femenino.

















