River Plate pasa nuevamente sobre Boca Juniors en duelo amistoso

River Plate volvió a saborear el sábado la victoria más deseada, frente a Boca Juniors 1-0, en un superclásico argentino amistoso sin expulsados ni incidentes como en el escandaloso partido que jugaron hace 7 días.

Otra vez con un tiro penal se definió el tradicional choque de los dos más grandes clubes del fútbol doméstico, este vez ejecutado por el uruguayo Rodrigo Mora, a los 81, en el estadio Malvinas Argentinas, en Mendoza (oeste del país), colmado con 35.000 aficionados.

Hace una semana en el balneario de Mar del Plata (al sur de Buenos Aires), los 'Millonarios se habían impuesto con un remate desde los doce pasos de Luis Pîsculichi, en un bochornoso partido. Vieron la tarjeta roja tres boquenses y dos riverplatenses.

"Estoy contento porque ganamos y porque fue un partido sin violencia", declaró Mora.

El encuentro en el estadio José Minella de Mar del Plata había sido un concierto de patadas alevosas e incluso casi todos los jugadores se trenzaron en una pelea de golpes, empujones e insultos.

También el arquero de River, Marcelo Barovero, fue agredido desde la tribuna con un proyectil, pero el partido se jugó igual pese a que las autoridades recomiendan suspenderlo en estos casos.

Parecía que otro incidente estallaba este sábado cuando al terminar el encuentro el conductor 'xeneize' dentro de la cancha, Carlos 'El Apache' Tevez, le reprochó a Mora un gesto agresivo al festejar el gol, pero otros futbolistas se interpusieron y la sangre no llegó al río.

Boca quería tomarse revancha, pero fue otra vez inoperante Tevez, su figura clave. El delantero, incluso, falló como un principiante un remate en la puerta del área con la pelota servida en bandeja para anotar.

"Fuimos mejores en el segundo tiempo y el penal fue clarito", dijo el volante Leo Ponzio, figura de la cancha distinguido por los patrocinadores del amistoso.

La escuadra de la banda roja fue superior en el juego en la segunda etapa y se llevó con merecimiento la Copa Luis Nofal, sin lamentar ningún bochorno como en Mar del Plata donde algunos jugadores hicieron gestos obscenos a hinchas del equipo rival.