La última vez que Brasil y Alemania se vieron las caras, el duelo fue tan disparejo que pareció irreal. Fue en la Copa del Mundo del 2014, celebrada en tierras amazónicas, donde Die Mannshaft le propinó la peor humillación de su historia a la selección brasileña echándola en semifinales con un 7-1 aplastante.
Brasil renovado y poderoso, por la revancha ante Alemania
La transformada ‘Verdeamarela’ busca cobrar venganza tras el 7-1 del Mundial 2014, la peor humillación de su historia.
Esa noche en Belo Horizonte jamás se le olvidará al pueblo brasileño. Justo como sucedió con la tragedia del Maracanazo cuando, en la final de la edición Brasil 1950, Uruguay derrotó 2-1 a la Canarinha para arrebatarle su Mundial. 64 años después, Alemania hacía lo mismo. Despojó a los cariocas de su Mundial, de nuevo en casa, pero ahora con siete dardos lapidarios e inolvidables.
La Verdeamarela vivió meses de tristeza, vergüenza y duras críticas contra los responsables: federativos, el cuerpo técnico de Luiz Felipe Scolari y los jugadores que no apelaron al orgullo.
Casi cuatro años más tarde, Brasil volverá a enfrentarse a Alemania, pero ahora en un juego amistoso previo al Mundial de Rusia 2018. Su célebre torcida puede estar tranquila, Brasil se reinventó y muestra un rostro mucho más fuerte y que seguro genera demasiado respeto en los germanos.
De aquella seleção brasileira que fue exhibida el 8 de julio de 2014 en el Mineirão queda muy poco. Brasil formó con Julio Cesar en la portería; Maicon, David Luiz, Dante y Marcelo en defensa; Fernandinho, Luiz Gustavo, Bernard y Oscar en la media y con Hulk y Fred en la delantera.
De esa formación titular en la semifinal solamente se mantiene Marcelo como inamovible. El lateral izquierdo del Real Madrid es uno de los mejores en su posición y difícilmente puede ser sustituido.
La ausencia más notoria al ver ese equipo es la de Neymar Jr. quien -curiosamente al igual que en este momento- no jugó ese fundamental partido por una dura lesión, sufrida ante Colombia en cuartos.
Otros nombres importantes como Dani Alves y Thiago Silva tampoco disputaron el bochornoso encuentro por otras causas. El lateral derecho del PSG se quedó en la banca por decisión de Scolari, mientras que el capitán se lo perdió por sanción debido a acumulación de tarjetas de amonestación.
El actual director técnico de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi mejor conocido como ‘ Tite’, se ha encargado de cambiar la imagen reducida de su selección y, con una actuación dominante en las Eliminatorias Mundialistas -donde clasificó como líder absoluto-, tiene a la Canarinha como una de las máximas favoritas a ganar la justa mundialista que comenzará el próximo 14 de junio en Rusia.
Este renovado Brasil cuenta con jugadores importantes en todas son líneas, como Philippe Coutinho (Barcelona) y Gabriel Jesus (Manchester City) en ofensiva; Douglas Costa (Juventus) y Willian (Chelsea) -qué jugó los 21 minutos finales del 7-1 hace cuatro años- con su explosividad por los costados.
Paulinho (Barcelona) junto a Fernandinho (M. City), ambos participantes de la fatídica noche de Belo Horizonte -el primero sustituyó al segundo al medio tiempo-, son los cerebros en el medio campo. El motor y escudo del Real Madrid, Casemiro, es el ‘5’ preciado en el esquema de Tite.
La defensiva es comandada desde la central por Thiago Silva (PSG), quien con su liderazgo porta el gafete de capitán en lo que se recupera Ney, y comparte la zaga con Joao Miranda (Inter de Milán).
Las alas le siguen perteneciendo a dos veteranos irremplazables como Marcelo (Real Madrid) y Dani Alves (PSG). Mientras la portería es defendida por Alisson Becker, baluarte de la Roma de Italia.
Además, la selección brasileña cuenta con recambios talentosos como Roberto Firmino (Liverpool), Taison y Fred (Shakhtar Donetsk), Renato Augusto (Beijing Guoan) y Filipe Luis (Atlético de Madrid).
Sin olvidar que a este impresionante Scratch Du Oro le falta su capitán y máxima figura: Neymar. El ‘10’ está en plena etapa de recuperación tras su cirugía de pie y apunta a llegar al 100% al Mundial, donde Brasil quiere reconquistar su lugar como la selección más laureada del planeta.