Cuando el Mundial ‘inicia’ en octavos y se termina en dos juegos

Hace más de 50 años que Brasil no se queda en la fase de grupos de una Copa del Mundo y su ‘torcida’ lo sabe y responde a ello.

Los más de 25 mil aficionados de la Verdeamarela que este viernes se dieron cita en la Arena Kazan de aquella ciudad para poyar a su selección en el duelo de cuartos de final ante Bélgica, contrastó en gran número con aquellos que se dieron cita en la fase de grupos de Rusia 2018.

Si bien hubo presencia de fans brasileños desde que comenzó la Copa del Mundo, la realidad indica que en los duelos ante Suiza, Costa Rica y Serbia, el número de aficionados del Scratch du Oro era importante más no del tamaño que llegó a ser ante México y aún más ante el cuadro belga en la siguiente instancia.

Y es que a decir de los propios aficionados sudamericanos, ‘su Mundial’ comienza en los octavos de final y la apuesta es que la ‘Canarinha’ llegue al menos a las semifinales, pues históricamente, la fase de grupos ha sido un mero trámite para los ahora dirigidos por Tite.

De ahí que el número de brasileños en Rusia haya aumentado de forma considerable en Samara, pues en de los casi 45 mil espectadores, al menos 15 mil eran brasileños a diferencia de los juegos en Rostov, San Petersburgo y Moscú.

Ni qué decir del juego en Kazan ante Bélgica donde fueron clara mayoría con los casi 25 mil que se dieron cita para alentar a su combinado aunque al final se llevaron una amarga derrota ante los Diablos de Roberto Martínez.

Al final la inversión (alrededor de 4 mil dólares) es muy similar a lo que gastarían si llegaran desde la fase de grupos, más allá de que el costo de los boletos en las rondas definitivas se incrementa alrededor de 80 dólares.

Incluso, en algunos casos es más fácil conseguir hospedaje y transporte entre ciudades cuando ya algunos equipos se han ido de la justa mundialista por lo que la inversión es muy similar, aunque a diferencia de quienes aspiran al quinto partido, hay otros que ponen la mira hasta en siete juegos.