El gol anotado a los 12 minutos del primer tiempo por Hendrik Weydandt del Hannover pasó a segundo plano ante las imágenes de fuego y humo vistas en la Opel Arena de Mainz.
También en Europa hay problemas: Mainz-Hannover, suspendido por pirotecnia
Los hinchas del Hannover incendiaron bengalas que perjudicaron a su propio equipo que ganaba y acabó empatando.
Aunque no se trata de un derbi de alta tensión en Alemania y el estadio apenas registraba la mitad de su capacidad, la parcialidad visitante hizo de las suyas poco antes del inicio del segundo tiempo.
La zona designada para los hinchas visitantes, justo debajo del marcador electrónico de la Opel Arena, se encendió entre fuego y humo que bajó al terreno de juego e impidió la visibilidad. El juez Robert Hartmann no podía dar el silbatazo.
El saque inicial del complemento fue demorado por varios minutos con los jugadores teniendo que reingresar a la zona de vestidores.
Cuando finalmente se pudo jugar fútbol, los ánimos también se encendieron entre el zaguero francés del Mainz, Moussa Niakhaté, y el austriaco Kevin Wimmer del Hannover 96.
El cuadro local dirigido por Sandro Schwarz inclinó el campo en su favor acorralando a los dirigidos por André Breitenreiter en su propia área.
Al minuto 89 un polémico penal revisado y ratificado por la sala de videoarbitraje fue transformado en el gol del 1-1 final por Daniel Brosinski. El duelo se alargó por diez minutos en vista del tema de las bengalas.
El Mainz gritó el 2-1 de Anthony Ujah, pero el tanto no subió al electrónico por claro fuera de juego. Oliver Sorg salió expulsado por doble amarilla.