Oscar Ustari, portero de Atlas contó a Mediotiempo su triste historia en su paso por Newell’s Old Boys a la hora de jugarse los clásicos de la región. Recibió amenazas que lo orillaron a dejar dicha institución lo antes posible. Hoy, el arquero rojinegro pide que el duelo ante Chivas se lleve en paz, sin violencias.
Oscar Ustari no guarda buenos recuerdos de sus clásicos en Argentina
El portero argentino del Atlas, no la pasó muy bien en Newell’s Old Boys cuando enfrentaba a Rosario Central por la violencia que se vive en esos juegos.
“Me tocó vivirla lamentablemente en el último club donde estuve, perdimos los clásicos y la situación en la calle no era la mejor y determina que uno decida probar otras cosas. Yo he recibido amenazas de todo tipo, me decían: ‘te vemos en la calle te matamos, llamadas por teléfono, en redes sociales. Yo ya había decidido por la tranquilidad mía y de mi familia, que no seguiría en el club antes de que terminara el campeonato, porque no es lo que quiero para mí y mi familia”.
Ustari comentó que lamentablemente deberían observar la manera en cómo se viven los clásicos en Argentina, sobre todo para que no se repitan dichos actos no solamente en México, sino en todas partes.
“Tendrían que ver cómo se viven los clásicos, y que después de cada clásico siempre hay una familia que queda triste porque pierde un hijo, porque le matan a un hijo, porque le matan a un padre, porque pasan cosas de violencia al extremo, entonces, tendrían que fijarse en eso, que lamentablemente pasa en mi país, y se darán cuenta y valorarán lo que tienen acá, esto es una fiesta, es un partido de fútbol, cuando el árbitro pite el final, que la gente entienda que ahí se termina el partido”.
Las acciones de que toman los que se dicen llamarse aficionados a un equipo, es algo que nunca entenderá el guardameta de Atlas
“Creo que no tiene que ser parte de un deporte, se puede perder, se puede ganar, ningún jugador irá para atrás, es un juego, se gana, se pierde, se empata, pero hoy hay un negocio, un fanatismo que particularmente yo no lo entiendo y nunca lo entenderé. No me parece normal que pasen por la casa de un compañero y le disparen a la casa, son cosas que nunca me habían tocado vivir y espero si está en mis posibilidades no volver a vivirlas jamás”.