Messi, Sampaoli y el resto de los 45 millones de argentinos seguramente habían imaginado múltiples escenarios antes de que la pelota empezara a rodar en Quito, en el partido en el que se jugaban la clasificación al Mundial de Rusia. Pero uno en el que estuvieran perdiendo a los 30 segundos del partido no estaba en los planes ni de los más pesimistas.
Messi 3–Ecuador 1: con nivel galáctico, ‘Leo’ metió los tres de Argentina y está en el Mundial
La Albiceleste comenzó perdiendo a los 30 segundos en su visita a Quito, pero el genio frotó la lámpara, convirtió un hat-trick y sacó pasaje para Rusia 2018.
En ese medio minuto, Roberto Ordoñez y Romario Ibarra armaron una doble pared, mientras Javier Mascherano y Gabriel Mercado quedaban parados como postes, e Ibarra terminó definiendo cruzado para derrotar a Sergio Romero. Golpe tremendo al corazón albiceleste. Lo que había que determinar era si iba a ser letal porque quedaban muchos minutos para la reacción. Y vaya si se dio.
El negocio de Argentina estuvo, sin dudas, por la izquierda de su ataque. Dos llegadas por ese sector (con remates desviados) anunciaban lo que se venía. Por allí había un callejón libre en el que Messi hacía su conocido eslalon apilando rivales a gusto. A los 12 minutos, buena combinación entre Di María y Messi para que la ‘Pulga’ tocara suave ante el arquero.
Entonado por ese empate y con un Messi brillante, que por fin se convertía en el salvador al que tanto le rezaron siempre los argentinos, la Albiceleste avisó a los 15 minutos con un tiro del propio Messi que sacó el portero.
El mismo Banguera ya no pudo hacer nada cuando, a los 20, el crack del Barcelona recibió un obsequio del central Darío Aimar y estampó la pelota en un ángulo. Sí, otra vez ingresando por la izquierda. Golazo en la única plaza en la que le faltaba convertir en las Eliminatorias de la Conmebol. La historia ya estaba 2-1 para Argentina y empezaba otro partido…
Un partido en el que Argentina pisó el freno, cuidando el físico para evitar el desgaste de los 2.700 metros de altura de Quito. Un choque en el que todo volvió a los papeles originales: los argentinos haciendo circular la pelota con paciencia y los ecuatorianos esperando una nueva contra para lastimar. Con los hermanos Ibarra, Romario y Renato, explotando su velocidad por las bandas.
Las situaciones no abundaron en la última mitad del primer tiempo, pero sí hubo una ocasión más en el que Messi frotó la lámpara y asistió a Di María, quien entro por la derecha y, a perfil cambiado, desaprovechó el mano a mano.
Del otro lado, Ecuador mandó al campo, a los 41 minutos, más peso ofensivo con Enner Valencia en reemplazo de José Francisco Cevallos.
Tras el descanso, la tónica del juego continuó igual. Argentina estaba consiguiendo lo que quería: ganar y no depender de nadie, sin tener que hacer infartantes cuentas en el medio tiempo o, en su defecto, encomendarse al brujo que llevó a Quito.
El partido se jugó lejos de los arcos durante casi todo el segundo tiempo. Claro, hasta que apareció de nuevo Messi a los 62 minutos para liquidar a Ecuador y meter de lleno a su Argentina en el Mundial de Rusia, muy probablemente su última Copa del Mundo ya que en Qatar 2022 tendrá 36 años.
El resto quedó en anécdota, incluso el gol que se perdió Icardi sobre la hora, continuando con la maldición de los centrodelanteros argentinos. Lo importante ya estaba consumado. En primer lugar, el pasaje de Argentina a la gran cita mundial, a la que no falta desde 1970. Después, el hat-trick redentor de Messi, el que despeja dudas sobre que no aparece en los partidos de vida o muerte para su país. Y el que le permitió pulverizar un nuevo récord, convirtiéndose en el goleador histórico de las Eliminatorias de la Conmebol.