Un deja vú. Un final inesperado para un campeón esperado. Chile volvió a derrotar a Argentina y se coronó campeón de la Copa América Centenario tras 120 minutos sin anotaciones.
Chile es campeón de la Copa América Centenario tras vencer en penales a Argentina
Tras 120 minutos sin goles, la Roja derrotó 4-2 a la albiceleste en los cobros desde los 12 pasos.
Lo hizo en penales (4-2), como hace un año, pero con protagonistas distintos. Una estrella apagada en finales como Lionel Messi que acabó fallando su penal. Los juegos por el título son un fantasma que espanta a la albiceleste.
El primer tiempo fue un recuerdo de las últimas finales que Argentina perdió. Presión asfixiante en la salida del equipo rival, dominio del medio campo, generación de muchas jugadas de peligro y grandes fallas en el arco rival.
Fueron tres jugadas de gran peligro para Argentina en los primeros 30 minutos que no supo aprovechar. Apenas a los 21 segundos, Éver Banega estuvo a unos centímetros de adelantar a su selección con un disparo en el que Claudio Bravo estaba vencido; posteriormente, Ángel di María se encontró un rebote en el centro del área chilena para mandar un derechazo apenas arriba del marco rival.
La jugada más clara del primer tiempo fue para Gonzalo Higuaín. Algo tiene el atacante del Napoli que tiene grandes fallas en las finales y en esta ocasión no fue la excepción. Chile quiso salir jugando pero la presión del 'Pipita' provocó un error de Gary Medel; el delantero se plantó solo ante Claudio Bravo mandando su disparo fuera. En las gradas, los hinchas se llevaban las manos al rostro en señal de desesperación, como si de golpe les llegaran las fallas que Higuaín tuvo en la final de la Copa del Mundo de Brasil 2014.
Con dicho error, empezó el show del árbitro brasileño Heber Lopes. A los 28 minutos, expulsó a Marcelo Díaz de Chile tras una falta muy discutible en contra de Lionel Messi. Y a los 42 minutos le devolvió el favor en un curioso acto rojo: Roja directa para Marcos Rojo y la 'Roja' igualaba el juego, al menos, en hombres dentro del campo.
Si el primer tiempo había sido argentino, el segundo fue chileno. Si en el primer lapso la albiceleste tuvo tres de pelígro y asfixió a la Roja en la salida, para el complemento fue todo lo contrario.
Mauricio Isla avisó al minuto 56 para que al 79 Eduardo Vargas pusiera a prueba a Sergio Romero con un disparo cruzado que 'Chiquito' contuvo con problemas.
Argentina se disminuyó tras la expulsión de Rojo y avisó muy poco. En la medida que Messi desapareció, el fútbol de la albiceleste disminuyó. La única clara sería para Sergio Agüero quien voló su disparo. Sí, también, como en la final de la Copa del Mundo de Brasil.
Cuando el juego agonizaba, llegó la más clara para la Roja con un desborde por izquierda que no alcanzó a capitalizar Alexis Sánchez en el área chica de Argentina.
El tiempo regular se acabó y el deja vú se amplió, tal como el año pasado, final desde la prórroga; igual que hace dos años en el Mundial, final desde la prórroga.
En el primer tiempo extra, la emoción no disminuyó. Entre el temor y el cansancio, uno y otro intentaron acabar la final antes de los penales. Mientras Edson Puch remataba solo a las manos de Sergio Romero un precioso centro, Claudio Bravo se vestía de héroe y demostraba cómo vino de menos a más en la Copa con una extraordinaria salvada a remata de Sergio Agüero.
Al final, nada se movió, y tal como el año anterior, la final se decidió en penales. Ahí, lo increíble. Lionel Messi primero y después Lucas Biglia escribieron una nueva historia nueva para Argentina al fallar sus penales. El '10', volvió a desaparecer en la final y lo peor, voló su disparo.
Chile es el campeón. Refrendó su corona, vino de menos a más y no dejó duda de quién es la mejor selección de América.