A veces la pasión por el fútbol nos desborda al grado de que nada más importa, pero en otras ocasiones la realidad y la vida demuestran que son infinitamente superiores a cualquier deporte.
Cuando el fútbol es lo menos importante: cambia su boleto de la superfinal por un empleo
La situación económica en muchos países a veces obliga a que a veces la pasión por el fútbol pase a segundo término.

En Argentina, la reventa para la final de vuelta entre River Plate y Boca Juniors está por las nubes, pero algunos no solamente necesitan dinero, sino una forma en la cual poder continuar con una vida estable para su familia.
Uno de los fanáticos de River Plate, Matías Álvarez, quien desde hace cinco años es socio del club propuso cambiar su boleto pero no por dinero, sino por un empleo.
"Tengo una Sívori alta para la gran final, pero lo cierto es que tengo otras urgencias de que ocuparme. Por eso permuto mi entrada por ingresar a un trabajo en oficina/empresa", señaló Álvarez.
Su situación contrasta con la de un japonés que la seman pasada pagó una fuerte cantidad de dinero para estar en Buenos Aires para el duelo de ida, sin embargo, ni siquiera pudo verlo porque el vuelo estuvo planeado solamente para una permanencia de 24 horas y el duelo se pospuso.