¿Quién se habría imaginado lo que desembocó la Final del torneo Invierno 1999? El inicio de un imperio y, a la vez, de una cruel agonía que ya supera las dos décadas.
Adiós al Estadio Azul III: el génesis del imperio tuzo
En la Final del Invierno 1999, Pachuca llegó con el papel de víctima, pero conquistó el primero de sus títulos en el Estadio Azul.
Cruz Azul, con uno de los planteles más vastos de la liga mexicana, llegó con la etiqueta de favorito ante el Pachuca, que había sorprendido tan solo por instalarse en la serie por el título desde el Repechaje y apenas un año antes salvaron la categoría de manera apurada.
El partido de ida terminó en empate a dos goles en el Estadio Hidalgo y, con el handicap de la localía, todo parecía estar listo para que Cruz Azul sumara su novena estrella.
Sin embargo, en la vuelta, ni los Cementeros ni los Tuzos se hicieron daño en 90 minutos pese al dominio de Cruz Azul. El campeón se definiría por medio del gol de oro o hasta la definición por penales.
"Nosotros íbamos de víctimas, íbamos a perder, íbamos con el miedo al ridículo de que en nuestra mente existía una posibilidad grande de que nos golearan, de que nos humillaran, de que nos pasaran por encima”, recuerda Marco Garcés, elemento de Pachuca en aquel torneo, pero surgido de las fuerzas básicas de Cruz Azul. "Recuerdo a (Javier) Aguirre en la plática antes de los tiempos extras, nos tuvieron y nos dejaron vivir y ahora los vamos a chingar."
Las palabras de Aguirre, entonces entrenador de Pachuca, resultaron proféticas, pues al minuto 93 ocurrió la jugada que cambió por completo el destino de los dos clubes, surgida de los pies de Garcés y culminada por la entrepierna de Alejandro Glaría, quien ingresó como relevo a ese partido.
"Me tiran la pelota, una pelota que bajo, intento encarar a (Guadalupe) Castañeda, mi intención era encarar a 'Lupe', pero retrocedía y retrocedía, entonces decido tirar el centro a ese callejón que se forma entre los defensas que vienen bajando y el portero que viene saliendo, tirarla fuerte a ese callejón, no había visto a Glaría, no sabía que estaba ahí pero me imaginaba que si la tiraba fuerte a ese callejón algo podía pasar", evoca Garcés.
Y pasó.
"Al 'Hueso' (Glaría) le había tocado estar afuera, entra en el segundo tiempo, viene el centro de Marco Garcés y Glaría entra con lo que sea para meter esa pelota que había que empujarla, y la verdad que explotamos de alegría", narra Gabriel Caballero. “La verdad que tengo unos recuerdos muy gratos, muy lindos, porque fue el primer título que se ganó con el Pachuca.”
De ser un club que cada año se debatía entre la Primera y Segunda División, Pachuca ganó su primer título importante en el fútbol mexicano tras 97 años de historia. Contando ese, tienen seis Ligas, tres subcampeonatos, una Copa MX, tres Campeón de Campeones, cinco títulos de Concacaf y una Copa Sudamericana.
Además, ese título llevó, poco después, al banquillo de la Selección Mexicana a Javier Aguirre.
Cruz Azul, en cambio, si bien tiene desde aquella noche un título de Concacaf y otro de Copa MX, tiene cinco subcampeonatos de Liga, dos de Concacaf y uno de Copa Libertadores.
Y la novena estrella de Cruz Azul sigue sin llegar.
Con información de Vladimir García y Ricardo Otero