Dos groseros errores del central brasileño Jemerson nada más comenzar el partido enterraron las opciones del Mónaco de pasar la fase de grupos de la Liga de Campeones, humillado por la frescura de los jóvenes talentos del Leipzig (1-4).
El Mónaco le dijo adiós a la Champions: cayó goleado en casa por el Leipzig
El equipo del Principado se despidió temprano de la Liga de Campeones, perdió 1-4 a falta de una jornada para el cierre de la fase de grupos.
Poco tiene que ver este Mónaco con el que el año pasado deslumbró a Europa de la mano de nombres como Bakayoko, Mendy, Bernardo Silva o un tal Mbappé, que ya no siguen en el Principado.
Frente a ellos compareció el Leipzig, que bien podría estar llamado a recoger el testigo del propio Mónaco como equipo revelación.
En el minuto 6, el brasileño Jemerson desvió a su propia portería un centro de Sabitzer desde la derecha tras una buena triangulación del Leipzig en su medio campo.
Sólo tres minutos después, el central regaló el balón a Kampl, que no desaprovechó la dádiva y se la cedió a Werner para que éste metiese su primer gol.
Sin gobierno en el centro del campo, con una delantera a la deriva en la que Falcao guerreaba como podía y, sobre todo, con una defensa al borde del colapso nervioso, el Mónaco apenas creó peligro en los primeros minutos salvo en un acercamiento del canterano del FC Barcelona Keita Baldé.
El clavo en su ataúd lo puso Falcao al cometer un penalti clarísimo sobre Orban en un córner muy mal defendido por los monegascos y que Werner se encargó de transformar.
Ni siquiera sirvió el gol del propio colombiano poco antes del descanso al aprovechar la mala salida del portero alemán Gulacsi tras el saque de una falta.
Naby Keita, inmenso en el eje todo el partido, recibió un balón de espaldas en la frontal del área y su giro sobre si mismo hizo crujir al unísono las cinturas de todos los defensores del Mónaco, antes de embocar a gol.
La segunda parte fue ante todo un recital de patadas a destiempo propinadas por los monegascos, que no podían esconder su frustración ante un rival muy superior.
Para el Mónaco se trataba de la tercera derrota en su estadio en tres partidos. Imposible soñar con los octavos con un balance similar.
El empate entre Besiktas y Oporto en el otro encuentro del grupo G garantizó a los turcos la primera plaza, mientras que portugueses se jugará, con el Mónaco como juez, la segunda plaza con los alemanes.